Primark: ¿cosmética mindful?

primark 2Seguramente ya te hayan llegado las noticias. Si no, agárrate. Primark ha lanzado una colección de cosmética inspirada (según dicen ellos) en el mindfulness. Consiste en sprays, aceites y exfoliantes. Como lo oís. Es para flipar. En un artículo titulado ‘Así es el mindfulness, lo nuevo de Primark Beauty para relajarte’ hay un párrafo digno de un facepalm con una de esas manos gigantes de espuma: si «intentas imitar a todas las yoguis de Instagram en casa preparándote zumos depurativos naturales y demás inventos ‘wellness’, tranquilas, hay solución: ¡estás dentro del mundo mindfulness!» Sin comentarios.

En el post anterior hablé de la relación entre el mindfulness como movimiento y el budismo, y me mostraba a favor de esta tendencia. Terminado el curso de MBCT de 8 semanas me reafirmo en mi postura: va en la dirección de reducir dukkha, no de aumentarlo, y no encontré que me alejara de mi camino ni compitiera con él, tirando hacia otra dirección. Me pareció una introducción a la meditación y a la actitud contemplativa fantástica, y está consiguiendo introducir a estas prácticas a gente que quizás no se habrían acercado a un centro budista o a una clase de meditación jamás.

¿Que no es exactamente lo mismo que el mindfulness budista? Claro que no. ¿Que es incompleto? Pues evidentemente. Pero ¿qué curso de introducción a la meditación o al budismo lo es, en 8 sesiones? ¿Verdad que no vamos a un retiro budista de una semana y salimos criticando que no han contado tooodo el dharma? Muchas de estas críticas tienen un punto absurdo, muestran falta de perspectiva sobre lo que hacemos nosotros mismos, y surgen de una posesividad hacia la meditación. Tenemos la oportunidad de revisar este apego.

Pero en este post voy a hacer un poco lo contrario. Cuando se debate la aplicación apropiada de un término y se navega su significado cambiante (como es el caso de la palabra «mindfulness» hoy en día), la pregunta clave es dónde poner la línea. Si la frontera es demasiado restringida, el término se vuelve de especialistas, estático, muerto; y uno es fundamentalista y averso al cambio. Si por lo contrario la frontera es tan inclusiva y flexible que es como si no existiera, el término pierde su significado: puesto que lo quiere decir todo, ya no quiere decir nada.

Toda moda tiene los peligros de diluir y desvirtuar aquello que propaga. Pero en el caso de la meditación estos peligros no están tanto en los cursos de MBSR y similares, sino en noticias como ésta: «Primark beauty presenta su nueva colección mindfulness basada en el equilibrio y bienestar a través de productos de belleza. Este concepto está basado en la meditación budista, la cual ayuda a tomar conciencia a través de aromas, texturas, diseños y piezas de inspiración oriental, que transmiten paz y serenidad.» Pues yo pondría la línea precisamente aquí.

No argumentaré que los productos de cosmética sean malos ni nada remotamente parecido. Sencillamente que esa colección no es ‘mindful’, y que su ‘concepto’ no está basado en la meditación budista, a riesgo de decir lo obvio. La única forma de considerar que esta colección de cosméticos Primark son ‘6 formas de bordar el mindulness’, como afirman en su web, es que ‘mindfulness’ tenga un significado tan amplio como vacío e inexistente. Consideremos los siguientes pasajes de textos budistas pali:

Mendicantes, vivid contemplando la falta de atractivo en el cuerpo; estableced en vosotros la atención a la respiración; vivid contemplando la inestabilidad en todo lo formado. Quien vive contemplando la falta de atractivo en el cuerpo, suelta cualquier tendencia subyacente a anhelar lo atractivo. Para quien establece en si la atención a la respiración, no hay pensamientos y tendencias externos fastidiosos. Y en quien vive contemplando la inestabilidad en todo lo formado, se abandona la ignorancia y surge el conocimiento.    — El Buda, Iti 85

Tu mente arde
por una percepción distorsionada.
Abandona el aspecto de lo atractivo,
que va acompañado de anhelo.

Cultiva la mente en lo no-atractivo,
bien unificada en un punto;
establece atención en el cuerpo,
desencántate.    — Ānanda, SN 8.4

Lo que he traducido por ‘atención’ es ‘sati’: mindfulness. Y va de la mano de la «falta de atractivo del cuerpo,» un tema recurrente en el canon pali. El Buda lo considera algo en lo que reflexionar, y una percepción a desarrollar; aunque, para ser justos, está dirigida más bien a monásticos. El Satipaṭṭhāna Sutta, la fuente principal de las prácticas de mindfulness budistas, llama a contemplar el cuerpo como sucio o impuro; no en un sentido moral judeocristiano sino desde esta idea de que no es atractivo en sí, viéndolo en su composición de piel, uñas, bilis, pus, orina, tendones, etc. Es decir, contrarresta la vanidad respecto a la apariencia y, además, enfatiza su carácter transitorio.

el monje compara su cuerpo con un cuerpo arrojado al vertedero de cadáveres, muerto desde hace un día, o dos, o tres, hinchado, lívido y putrefacto, de esta manera: «Este cuerpo mío tiene la misma naturaleza, alguna vez será igual a aquel cuerpo y no está exento de este destino.»    — MN 10

Lo que empujó al Buda en su búsqueda fue abandonar la ingenuidad respecto a este hecho incontestable de la condición humana: que no se puede escapar a la vejez, la enfermedad y la muerte. La juventud y la belleza del cuerpo son escurridizas y, en última instancia, no están bajo nuestro control. Nuestros esfuerzos obstinados para no encontrar nunca situaciones de conflicto, tristeza o estrés son en vano. La inevitabilidad de este lado trágico de la existencia, lo que el budismo llama dukkha, es un concepto fundamental. No es que no haya resoluciones a esta situación, pero no vienen de lo que olemos. Consideremos otro pasaje:

Cuando huele un aroma con su nariz, un mendicante no se aferra a sus detalles o características. Si viviera sin resguardar su facultad del olfato, podrían invadirle la codicia y el pesar; así que resguarda la puerta de la nariz.    — DN 2

Los textos están repletos de instrucciones de proteger las ‘puertas de los sentidos’, que es una de las funciones de la atención plena. Y esto es interesante porque señala el punto de divergencia entre el mindfulness budista y algunas percepciones modernas populares —no necesariamente los programas de MBSR y similares. Y sospecho que aquí radica mucha de la crítica que recibe el mindfulness. Esas percepciones populares ven meditar como una forma de disfrutar más de los sentidos. Aunque el dharma no está en contra de apreciar aquello que está presente, instruye a no aferrarse, por ejemplo, al tono placentero de un estímulo sensorial, sino a contemplarlo como transitorio, sujeto al cambio y al cese, como incapaz de proporcionar satisfacción profunda y duradera, y como impersonal, fuera de nuestro control.

primark

¿Qué proponen estos productos Primark? Subir el ánimo, sentirse positivo, suavizar momentos de estrés y conciliar el sueño con más facilidad. Y esto lo consigue con aromaterapia y exfoliantes. Francamente, cuesta ver en qué sentido esto está basado en la meditación budista. Es un paliativo, no contribuye a la comprensión y no cuadra muy bien con la idea budista de que la obsesión con la gratificación sensorial precisamente aleja del equilibrio y el bienestar profundo.

Podríamos seguir con argumentos de este tipo, pero no hace falta: hay otra forma de desacreditar la apropiación del mindfulness en el mundo de la cosmética, una forma que ni siquiera necesita argumentos provinientes de los textos budistas ni discusión alguna sobre la definición del mindfulness. Sencillamente quita la palabra mindfulness de esos productos: ¿qué cambia? ¿Qué es lo que hay en esos productos y su concepto que haga que sean mindful en lugar de no mindful? ¿Qué los distingue del resto de productos de cosmética de otras marcas o incluso de la misma? ¿Qué habría que quitarles para que dejaran de ser mindful? Nada. Absolutamente nada. Es una etiqueta vacía, es humo, no contiene nada. Si en lugar de ‘mindfulness’ la inspiración de la colección fuera ‘Thai spa’, no se requeriría cambiar absolutamente nada.

Ahí está la línea. La aplicación del término ‘mindfulness’ no tiene ningún sentido. Y si lo tiene, entonces consideraré que mi champú es un producto capoeira, la tortilla de patata tiene clara influencia de la teoría queer y mis gafas son de inspiración ubuntu.

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6 comentarios en “Primark: ¿cosmética mindful?

  1. Hola Bernat
    El buddhismo no trata de reducir dukkha, sino de erradicarlo. Quizás piensas que el asunto consiste en echarle más horasculos al mindfulness, o a cualquier práctica que se haga con el culo. No te niego que el efecto relajante lo puede tener, igual que la cosmética mindfulness de Primark.
    Igual.
    A lo que voy:
    Erradicar el sufrimiento pasa obligatoriamente por acabar con cualquier pensamiento no deseado. Mientras tengas la mente llena de basura será una basura. Y la basura impide dicha erradicación.
    La única práctica con la que arrancas los virus de la mente se llama concentración correcta.
    Y, que cosas, resulta que el mindfulness o el vipassana, ejecutado durante un tiempo suficiente condiciona a la mente a soltar y dejar pasar cualquier objeto de meditación.
    Y eso impide la concentración.
    Lo cual es un impedimento insalvable para que dejes de ser parasitado por pensamientos reactivos de esos que se piensan solos.
    Eso no es la iluminación, ni mucho menos, pero sin eso, sin limpiar la mente, es imposible que dejes de sufrir.
    Pero vamos, si te conformas con relajarte y estar más confortable, no te rasgues las vestiduras con la cosmética peace and love de Primark.
    Es tan falsa como el mindfulness.
    Y como la cosmética de Primark es puro marketing.
    Terminarás leyendo que el Buddha en el Mahasatipatthana sutta habló de los aromas relajantes y habrá alguno que se lo creerá y escribirá esto en un blog compartir lo este.

  2. 2 articulos muy interesantes. No opine antes asi que lo hare ahora.

    Mi opinión es la siguiente. El sistema se apropia de la cultura y de los conceptos para crecer y expandirse. Lo hizo con el Punk, lo hizo con el grunge y más recientemente con Slow, Bio, Eco y Salud. Ha veces tiene que rebautizar cosas para volverlas a utilizar… como jogging i runners.

    El problema es que solo potencia una parte del mensaje. Creo que es el caso de Mindfulness. Lo positivo es que sirve de altavoz. Creo que separar el grano de paja es cuestión del interes de cada uno. Que quieres y hasta donde quieres llegar.

    Yo hice un curso Online de 8 semana. Estuvo bien me introdujo en el tema y después es cosa mia seguir buscando. Mi linea roja es ver como se utiliza este tipo de prácticas para beneficio empresarial. Ya sea con cursos orientados a la ‘aceptación’ por parte de los empleados de la situación laboral, o como la venta de productos mindful.

    Para mi el mindfulness esta separado del budismo. Usa prácticas del mismo para entrenar a los seres humanos a conseguir la atención plena. ¿Para qué? Cada uno tiene sus objetivos. Creo que todos son adecuados miestras no hagas sufrir a otros intencionadamente. El mio es conocerme mejor y crecer como persona para ayudar hacer un sistema tierra mejor.

    Estoy de acuerdo que Primark ha cruzado la linea roja. Pero no es el primero ni me temo que sea el último. El unico que podemos hacer ahora es intentar descubrir y explicar que es y que no es mindfulness para que el ‘daño’ no sea mayor.

    Sobre Budismo no puedo opinar pues no lo soy y no entiendo. Pero me parece que tanto el Buda como el Jesús historico (de otros no conozco tanto) son grandes sabios. Explican un forma de vida que para mi entender sería muy positiva para habitar el sistema tierra.

    Un salüdo.

  3. Hola bro (amigo),
    Soy una Directora de Secular Buddhist Association (US) y me encanta muchismo este articulo. Decidi compartirlo con mi Sangha por nuestro Facebook y con unos amigos mios. Porque la mayoria de gente en estos grupos son ingles-hablantes, trate una traduccion. Puedes ver tu articulo y la traduccion informal aqui:

    Gracias por pensar en estos temas y por escribir algo tan chistoso!

  4. > «Aunque el dharma no está en contra de apreciar aquello que está presente, instruye a no aferrarse, por ejemplo, al tono placentero de un estímulo sensorial, sino a contemplarlo como transitorio, sujeto al cambio y al cese»

    Quizás una palabra, un concepto, un símbolo o un idea son también algo que debemos contemplar como transitorio, sujeto al cambio y al cese.

    1. Exacto Sergi! Curiosamente, en la psicología budista tradicional las ideas son consideradas estímulos «sensoriales», de la misma naturaleza que todo lo demás.

  5. Entiendo bastante lo que me parece un enfado tuyo, en plan diver, pero lo cierto es que no me extraña nada conociendo un poco las estrategias publicitarias de este sistema de consumo. Tienen una cara impresionante. Lo que me extraña es que no hayan puesto una imagen de un lama preparándose un baño de sales.

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