Pareces distante desde que alcancé la iluminación

Texto de Brian Dunn

[1,5 páginas]

Si el amor incondicional que siento hacia todos los seres sensibles no coloreara todos mis pensamientos, diría que no te emociona que haya alcanzado la iluminación. De hecho, si no rebosara pura compasión, diría que te estás comportando como una verdadera zorra sobre mi recién encontrada capacidad de ver la verdadera naturaleza de la realidad.

La semana pasada, cuando emergí de mi sesión de meditación y anuncié que había logrado la máxima de las metas espirituales, te encogiste de hombros con un “Qué lindo, cari.” Entonces continuaste viendo tus programas de interiorismo. No espero una fiesta de felicidades-por-llegar-a-la-iluminación a lo grande y con orquesta; pero me hubiese gustado algún reconocimiento por un logro de tal magnitud. No he construído una maldita casita en el árbol: he cultivado una perfecta quietud mental que ha desencadenado un conocimiento supremo.

Escucha, entiendo que tiene que ser duro ver a alguien a quien amas romper el círculo de muerte y renacimiento cuando tú no estás en absoluto cerca de lograrlo. Pero el hecho es que me he pegado a mi cojín de meditación todos estos años mientras tú conjuraste el tuyo para ser usado como cojín decorativo. Tu estado emocional negativo hacia mí no te acercará a la iluminación, créeme. Esto asumiendo que aún la quieras, y que puedas relegar tu hábito de álbumes de recortes a un segundo plano lo suficiente como para abrir el chakra uno.

Sé que estás enojada porque haya dejado repentinamente el trabajo, pero ¿de verdad crees que un ser iluminado debería trabajar en la sección de jardinería de su ferretería local? Después de que el Buda emergiera de debajo del árbol Bodhi, ¿se puso a amontonar sacos de abono? Siempre supe que en el fondo el trabajo era una estupidez, pero ahora ya no puedo ignorar más el hecho. Y no, esto no tiene nada que ver con ser subestimado para el puesto de ayudante de encargado, aunque esto es un caso discriminación espiritual como jamás se ha visto. ¿Te conté que no me dejaban lllevar mi camiseta de Ganesh debajo del chaleco rojo? La verdad es que si tengo que asistir a otra reunión de empleados del lunes por la mañana con ese compañero de trabajo imbécil de Brad, voy a perder los estribos y volver a la casilla espiritual número uno.

Así que tendremos que arreglárnoslas sólo con tu sueldo hasta que mi tienda de incienso empiece a funcionar. Sobre lo de nada de sexo, entiendo que estés de mal humor. Vaya una paradoja cósmica que así como domino la canalización de energía resultando en un infatigable vigor, también trascienda los deseos básicos y rehuya el despilfarro de energía, la cual necesito para la continua práctica espiritual. Qué plano más loco es este en el que existimos, ¿no es cierto?

No eres la única afectada por esto. Yo tengo que hacer ajustes también. Mi aura es la hostia de grande ahora. La gente y los animales que pueden leer estas cosas se quedan pasmados cuando la ven. Es como entrar en una habitación con un cartel colgando del cuello en el que pone “Tipo iluminado acercándose.” Lo odias, porque significa que ya no todo el mundo se fija en tus tejanos de marca de trescientos dólares cuando salimos. Logro espiritual gana a jeans caros, me temo. La ironía es que tú ansías la atención, y yo sólo quiero integrarme. Inténtalo con bolas de mala [rosario budista] grandes como uvas alrededor del cuello. Mejor aún, no lo hagas. Los malas no son un accesorio como tu bolso de Louis Vuitton; son un pieza vital del equipamiento de meditación, que pide un respeto y cuidado apropiados. Recientemente vi el tuyo detrás de la lavadora. Muy bonito.

Escucha, todavía estoy intentando ajustarme a todo esto, y me está jodiendo. Quiero decir, mi karma está limpio, ¿sabes lo que eso significa? Ahora estoy jugando con dinero de la banca existencial, guapa. Y hablando de eso, voy a comprarme una moto. Vas gritando sobre que son peligrosas. Tienes razón. Y si muero en un choque brutal, simplemente seguiré adelante y fusionaré mi conciencia con lo divino mientras me voy de este plano, antes de despertar en el nirvana eterno. Muéstrame el lado negativo. Ah, y la barba se queda. Los pelos de mi mentón captan todo tipo de intuiciones y energías y cosas. Es difícil de explicar a alquien que no está iluminado —y que no puede dejarse barba para salvar su alma— pero créeme cuando te digo que no es negociable.

Has cambiado, y no en un modo positivo como yo. Cuando nos conocimos hace años en esa clase de meditación del pre-universitario, te encantaba que tuviera aspiraciones espirituales. Alardeabas con tus amigas de que por fin habías encontrado a un chico sensible a quien no sólo le importaba él mismo. Todavía soy ese chico, y he dedicado incontables horas a ayudar a la humanidad en nuestro camino colectivo de evolución espiritual. Pero todo lo que oigo de tu parte es que he hecho todo esto sólo para poder dejar mi cuerpo físico y dar una vuelta por el plano astral en busca de gente famosa. Escucha, no voy a mentir diciendo que el Jim Morrison del plano astral no es el tipo más molón de toda la historia —lo es sin duda— pero pasar el rato con él no es más que una dulce consecuencia de mi trabajo espiritual, no el motivo de éste. Sencillamente tendrás que lidiar con mi noche de tío fuera-del-cuerpo. Incluso la gente iluminada no puede soportar a los que odian.

Estás a punto de perder una oportunidad de oro. Estar a mi alrededor podría perfectamente ayudar a que la iluminación se te contagiara. Sucedió con el Buda y sus discípulos. Claro que esos tipos ya estaban muy metidos en la onda del desarrollo espiritual, y no tanto en lo de tragarse manhattans a docenas. La cuestión es: deja de molestar con actividades seculares absurdas como cocina wok para parejas y quizás te lance algunas piezas de sabiduría en tu camino. Para ir arrancando, te voy a conseguir un cojín de meditación nuevo. Hay un modelo de principiante con tu nombre hechizado flotando alrededor.

Fuente: http://www.mcsweeneys.net/articles/you-seem-distant-since-ive-attained-enlightenment