[8 páginas]
Es difícil encontrar una cafetería tranquila y silenciosa en McLeod Ganj, pero la encontramos. Tampoco es fácil encontrar a alguien como mi entrevistado: Karma Yeshe Rabgye. Hoy en día no parece extraño oír a un budista occidental decir que no hace falta creer en la reencarnación para practicar el dharma, que el nirvana o iluminación no es su meta y que practica para esta vida. Estas opiniones son, de hecho, características de aquellos que se identifican como budistas seculares. Lo que es poco común es escuchar estas palabras de alguien que viste el hábito rojo de los monjes Kagyu tibetanos.
Teniendo estas ideas, ¿Por qué vive y enseña en la India? ¿Cómo trata con las posturas ortodoxas de aquellos que le instruyeron y aquellos a su alrededor? ¿Qué virtudes y qué peligros ve en la secularización del dharma? ¿Cuál es su enfoque al enseñar?
Bernat F: Empecemos con tu trayectoria. ¿Cómo llegaste hasta aquí, a estar hablando conmigo vestido de monje?
Karma Yeshe Rabgye: Nací en Londres. En catequesis [Sunday school], les pidieron a mis padres que no me trajeran más porque hacía muchas preguntas; decían que estaba molestando a los demás, que no preguntaban nada (risas). Más tarde, estudié diferentes religiones del mundo, y mirase donde mirase —el hinduismo, el islam…— siempre me topaba con lo mismo: todo volvía hacia Dios. Entonces encontré el budismo, y parecía no haber Dios. Ya sé que en oriente tratan a Buda como a un dios, pero en realidad no es un dios. Cuanto más leía sobre budismo, más me gustaba. Pensé que así era como quería tratar de vivir mi vida.
Fui a la Western Buddhist Order en Londres y estudié meditación, las cuatro nobles verdades, el camino óctuple, los doce vínculos interdependientes… Y llegó un momento en que pareció que eso había terminado para mí, y proseguí hacia el budismo tibetano y me gustó bastante. Algunas cosas era un poco estrambóticas para mí, pero en general me gustó.
BF: ¿Qué cosas eran “un poco estrambóticas” para ti?
KYR: Toda la imaginería: las deidades coléricas y cosas así. Nunca conecté con eso. Miraba y pensaba “Oh, ¿qué es eso? Es muy colorido, es una buena pintura, pero no significa nada para mí.”
A parte del ateísmo, me gustó la idea de asumir yo mismo la responsabilidad en lugar de culpar a otro por mis problemas o decir que los caminos del Señor son inescrutables. Aprendí causa y efecto y pensé que tenía sentido. Incluso al nivel de tu mente, puedes ver que si actúas bien tu mente está tranquila, no hay tensión, y entonces, obviamente, tendrás una buena vida. Pero si actúas mal, tu mente va a estar tensa y entonces puede que pases un mal rato.
BF: ¿Cómo han evolucionado tus puntos de vista a lo largo del tiempo?
KYR: Cuando me hice monje simplemente cursé mis estudios en el monasterio durante cuatro o cinco años; y lo aceptaba todo. Pero una vez terminé los estudios fui de retiros y, entonces, empecé a desglosar lo que era budismo, lo que era cultura, lo que era superstición. Pasé mucho tiempo intentando descomponerlo todo hasta llegar a lo básico.
BF: ¿Y por qué decidiste ordenarte monje?
KYR: Quería dedicar mi tiempo a mi práctica y sentí la necesidad de enseñar. Y pensé que si iba a un monasterio y hacía los estudios completos, pasando exámenes y haciendo largos retiros, tendría una mejor oportunidad de entender el budismo. No estoy diciendo que la gente deba o necesite ordenarse monje. No es necesario para un occidental hacerse monje, pero lo fue para mí. Mi decisión fue 50% pragmática y 50% desde el corazón. Sin embargo, acostumbro a aconsejar a la gente que quiere ordenarse que se lo piensen muy bien: no te da más poder, los votos son una gran parte de hacerse monje y es realmente difícil vivir tu vida así.
BF: Una de las cosas que, en general, define el budismo occidental es el cambio de papeles de los laicos y los monásticos. Soy de la opinión que uno puede descartar la reencarnación y seguir encontrando un valor en el estilo de vida monacal; no veo que estas dos cosas sean incompatibles. Sin embargo, muchos occidentales que se ordenan monjes o monjas acaban colgando los hábitos por discrepancias con las opiniones generales de la institución.
KYR: Sí, estoy de acuerdo. Bueno, es una institución, esa es la palabra. Muchos de los principales autores de occidente han sido monjes, han alcanzado un cierto nivel y se han dado cuenta de que sí, puedes debatirlo, reflexionar y discutirlo, pero al final tienes que llegar a esta o aquella conclusión. No es bueno decir esto a un occidental.
BF: Algunas veces he encontrado que el énfasis en el análisis y la investigación, la actitud de “compruébalo tú mismo,” puede ser superficial. Al final esperan que llegues a una determinada conclusión.
KYR: No lo esperan, te dicen que debes, y si no, es que has reflexionado mal y tienes que seguir pensando hasta que llegues a la misma respuesta que yo, y entonces estarás en lo correcto. Eso es terrible. Es una contradicción que se nos diga que debemos investigar y que luego, cuando investigamos, debamos llegar a su conclusión.
BF: ¿Cómo tratas con eso?
KYR: Cuando he tenido diferencias de opinión he defendido mi postura y ellos han defendido la suya, y al final ambos hemos mantenido nuestra opinión. Nunca he perdido un maestro por esto, ni me han dicho que me vaya. En ocasiones simplemente escucho lo que dicen, lo asimilo y reflexiono sobre ello; pero no lo debato de verdad con ellos. Sé que el resultado será un debate acalorado y que simplemente pensarán “Oh, eres un occidental, no entiendes el budismo.”
BF: Has elegido vivir, trabajar y enseñar en la India. ¿No podrías hacerlo en occidente?
KYR: Es muy caro vivir en occidente, incluso en un monasterio, si no tienes un trabajo y un sueldo. En la India puedo vivir en un monasterio, ahí está mi comida, mi habitación. Y también es porque quería enseñar a los monjes, aunque ahora he dado un paso más y enseño también a personas laicas.
BF: ¿Cuál es tu enfoque cuando das clase?
KYR: No dicto, no les digo “esto es así.” Tanto con los monjes como con los laicos, trato de ofrecer el lado tradicional así como el lado más secular, para que lo consideren por ellos mismos y decidan qué prefieren o con qué están más de acuerdo.
Normalmente le digo a la gente que de lo que estoy hablando es de esta vida. Ahora, no sé si tuvimos otra vida o si tendremos una vida próxima, pero lo que sé es que tenemos esta vida. Así que atendámosla e intentemos seguir el camino óctuple y las cuatro nobles verdades en esta vida. Entonces, si funciona y ganas buen mérito y hay una próxima vida, tienes un buen renacimiento asegurado. Si no la hay, no importa: has tenido una buena vida. Siempre ganas.
BF: El Buda dijo algo similar en el Kalama Sutta.
KYR: Sí.
BF: ¿Es diferente enseñar a occidentales y a asiáticos?
KYR: Hay una gran diferencia. Estaba enseñando a cien personas en la universidad, aquí. Dije: “¿alguna pregunta?” Sólo una. Cuando estaba enseñando en Inglaterra y dije “¿alguna pregunta?”, por supuesto todo el mundo levantó la mano. En cierto modo es más fácil enseñar aquí porque la gente simplemente acepta lo que dices. Pero en occidente tienes que tener un poco más de cuidado. Te mantiene los pies en el suelo, de hecho; y puedo aprender de la gente. Te hace más un mentor que no un maestro. Al mismo tiempo, puedo ser más secular en mi enfoque, no tengo que hablar de reencarnación y karma.
BF: ¿Cuándo y cómo entraste en contacto con el budismo secular? ¿Por qué te pareció interesante?
KYR: Lo encuentro de gran interés. Me interesa la forma como piensa gente diferente: gente tradicional, gente sin religión. Me topé con la Secular Buddhist Association de América y empecé a leer su blog y a escuchar sus podcasts. Cuando se publicó mi libro, se lo mandé a Ted Meissner y nos hicimos buenos amigos. Desde entonces, he intentado navegar por la web y leer distintos blogs sobre budismo secular y budismo post-tradicional. Es bueno ver cómo toman las enseñanzas tradicionales y quitan toda la práctica ritual, etc. Entonces te quedas con una práctica que puede ayudarte ahora, en esta vida. Eso me gusta.
BF: ¿Hay algo que no te guste?
KYR: Com son seculares, no les gusta ser un movimiento. A veces pierden mucho tiempo diciendo que no son un movimiento, no son un grupo, no son una iglesia, no son una sociedad, no son esto, no son lo otro… Entran en largas discusiones o argumentaciones. Esta parte me divierte. Pero el budismo secular es algo y une a gente, así que en cierta manera es un grupo, una comunidad. Lo son. Y no pasa nada.
BF: Personalmente lo veo como un enfoque, más que un conjunto de nuevas doctrinas.
KYR: Sí. No creo que tenga todo el dogma, que es su parte buena, y mira principalmente al canon pali tratando de dar un sentido a las enseñanzas de Buda en el mundo de hoy. Eso es excelente. Así que no tienen que preocuparse sobre si son o no un grupo, o lo que sea.
Otra cosa que me hace sonreír un poco es cuando algunos de ellos no pueden decir la palabra Buda. Le llaman Gotama, o Siddhartha, o Sid: todo menos la palabra B. Esto también es innecesario. Se supone que estas enseñanzas provienen de él. Como persona secular, no tienes por qué tener miedo a decir Buda, no te va a hacer daño.
BF: Has mencionado el canon pali y lo citas en tu libro. ¿Por qué acudiste a él? ¿Qué te atrajo a él?
KYR: Como he dicho, cuando terminé mis estudios formales pasé tiempo revisando puntos con los que conectaba y puntos con los que no. Me iba encontrando con discrepancias entre los comentarios, y vi que la mayoría de lo que había aprendido no venía del propio Buda. Así que empecé a revisar el canon pali, que es lo más cerca que jamás estaremos de las palabras del Buda. Ciertas partes no parecían tener mucho sentido, pero otras eran excelentes. Las cosas empezaron a encajar para mí. Sugeriría a todo el mundo que dedicaran algún tiempo a leer el canon pali.
Los sutras mahayana son un poco floreados: hay cien mil bodhisattvas a la izquierda y un millón de trillón de dakinis a la derecha y pétalos cayendo del cielo… Para mí, es un poco excesivo. Por eso tiendo a citar el canon pali. La mayoría de las citas de mi primer libro y todas las del segundo son del canon pali.
BF: Algunos budistas seculares rechazan con demasiada rapidez cualquier cosa que provenga del budismo más tardío, o incluso del budismo asiático en general. ¿Hay alguna obra del budismo tibetano que animarías a leer a cualquier estudiante y practicante del dharma?
KYR: Sí, muchas: el Lam Rim, el Ornamento de las joyas de Gampopa y, especialmente, Palabras de mi maestro perfecto. Ahí hay muchas cosas, como los distintos niveles del infierno y los seis reinos, que ya no forman parte de nuestro entendimiento. Pero hay muchas cosas buenas entremedio. Descartar algo sin leerlo primero es ridículo. “Oh, eso es budismo tibetano, no lo sigo, no creo en eso.” Bueno, ¿cómo lo sabes? Dale una oportunidad y léelo. Si al final consideras que no crees en nada de eso, por lo menos lo has intentado.
Por supuesto que, ya sabes, si estás casado y tienes familia y trabajo, entonces probablemente no tengas la oportunidad de leer todo esto o todo el canon pali, así que si alguien ha hecho una buena cantidad de trabajo y estudio, también puedes leer y practicar a partir de eso. No creo que haya nada malo en eso. Quiero decir: si quieren ir directamente a lo secular y encuentran una práctica que es buena para ellos, bien. Pero no deberían desestimar otras tradiciones sin leerlas antes.
Otra cosa con la que hay que tener cuidado es agarrarse a una sola práctica, como la atención o conciencia plena [mindfulness]. Han extraído la atención plena como una práctica independiente, y creo que no debería ser una práctica independiente. La ética y la moral están en el corazón del budismo, y si tomas la atención plena y te centras en eso sin la ética quizás consigas una mente tranquila, quizás te ayude en traumas que puedas tener, pero a la larga no va a acercarte a reducir mucho de tu sufrimiento. Necesitamos una mente tranquila y la meditación puede conseguir eso en cierto modo, pero la forma como vives tu vida también calma tu mente.
Si haces meditación de la atención plena una o dos horas al día, esto deja veintidós horas. Necesitamos un marco como el camino óctuple, que nos enseña que debemos ser conscientes de nuestros pensamientos, de las acciones de nuestro cuerpo, de nuestra habla. Simplemente tomar sólo una parte del budismo y poner todo el resto a un lado puede ser bastante peligroso y puede ocasionar un malentendido acerca de qué es el budismo.
BF: Ahora muchos maestros occidentales están también bastante preocupados sobre esto. En un artículo, Akincano Marc Weber señaló lo que llamó la escuela del bienestar: algo que no requiere grandes esfuerzos o reflexiones, “simplemente no te preocupes, no hagas de las cosas un problema…” La atención plena puede convertirse —o se ha convertido— en un producto del consumismo capitalista. No hay necesidad de cambiar nada a parte de estar consciente y atento en tu trabajo, en tus compras, etc.
KYR: Buenos, eso es típico de nosotros los occidentales (risas). Puedes tener estas cosas, pero necesitas la ética para respaldarlo. Si practicas la atención plena dos horas al día y luego vas y robas, matas, mientes, etc., ¿dónde está el beneficio? Cuando un ladrón entra en casa de alguien, está muy atento y muy consciente de que tiene que ir con cuidado, ser silencioso y todo eso. ¡No es este tipo de atención plena de lo que estamos hablando!
BF: ¿Te has encontrado con algunos problemas por ser “pro– budismo secular”?
KYR: En la página web y el facebook de ‘secular Buddhism’ de América ha habido varia gente que me ha dicho “¿Cómo puedes dar estos puntos de vista cuando vistes de hábito y usas un nombre tibetano?” La cuestión es que tomé el hábito para tomar los votos, y los mantengo. Tenemos que cambiar nuestra forma de vestir y nuestro nombre, pero es sólo un nombre. He recibido críticas por parte de seguidores del budismo secular. No entienden por qué debería tener una opinión sobre el budismo secular si visto de hábito y me llamo Yeshe.
BF: Así que, de hecho, te están excluyendo.
KYR: Si me hubieran preguntado por qué uso un nombre tibetano o visto el hábito se lo habría explicado. Pero algunos simplemente ven el hábito y te tildan de “esa persona que cree en la reencarnación y todo eso,” aunque no lo sea. De hecho, incluso cuando estaba leyendo mi primer libro sobre budismo, “Teach yourself Buddhism”, cuando llegó a la reencarnación y el karma para vidas futuras… Siempre he tenido dificultades con eso. Uno de mis maestros me dijo que lo pusiera a un lado y no dejara que fuera una barrera, porque el budismo es mucho más que eso. Otros te dirán que no puedes considerarte budista si no crees en ello. Pero no pienso que necesites creer plenamente en la reencarnación y el karma para ser una buena persona en esta vida o considerarte budista.
BF: Pasaré a un par de preguntas generales ahora. ¿El budismo asiático está adoptando algo del pensamiento occidental?
KYR: No, y no creo que lo haga o necesite hacerlo. La razón por la que el budismo está cambiando en occidente es porque la gente piensa de manera diferente. En occidente, se nos cría o educa para que pensemos como individuos, y necesitamos este enfoque individual; pero en Asia no es así, y este enfoque no es necesario.
BF: Pero ¿no crees que, en cierto sentido, occidente ya ha condicionado algunos cambios recientes en el budismo asiático? Por ejemplo, ahora existen títulos de Geshe para mujeres, lo que puede haber sido influido por ideas de igualdad provenientes de occidente.
KYR: Sí, quizás esto ha ayudado al cambio o quizás habría cambiado de todos modos, es difícil de decir. Esto ha sido impulsado por el Karmapa, que es joven y progresista y, en cierta manera, es el futuro del budismo tibetano.
Un maestro que tuve en el colegio monástico, que hizo varios retiros de tres años y que no enseñaba a partir de un libro sino de su propio entendimiento y experiencia, dijo que las mujeres no pueden convertirse en budas, que primero deben morir y renacer como hombres. Ay madre… esto es a lo que nos enfrentamos.
O sea que tú has dicho que la actitud está cambiando porque mujeres están llegando a Geshes. De acuerdo, esto está pasando. Pero estuve hablando con algunos hombres Geshes y todos dijeron que nunca, jamás, recibirían enseñanzas de una mujer, porque ella nunca comprenderá el budismo como un hombre puede entenderlo. Que esta mentalidad cambie podría tomar mucho, mucho tiempo. Es una cuestión de poder, control y dinero. El budismo no es distinto de ninguna otra religión: es un club de chicos.
BF: Occidente era igual y ya ha pasado por eso.
KYR: Bueno, mira a la Iglesia católica: ¿ha cambiado, eso?
Ahora el Dalai Lama dice que podría volver como una mujer; pero eso es sólo tratar de apaciguar al público occidental. Los tibetanos nunca tendrían un Dalai Lama mujer, nunca la reconocerían.
BF: ¿Por qué aún necesitamos el dharma en el siglo XXI?
KYR: Lo necesitamos más que nunca. Tenemos más distracciones y más cosas a las que apegarnos y hay más gente en el mundo, así que más que nunca necesitamos respetar a las personas, tener moral y ética y responsabilizarnos de nuestros actos. Si lo hiciéramos, entonces el mundo sería un lugar mejor.
Sea cual sea la práctica que sigamos, si llegaremos jamás a la iluminación… quién sabe. Yo no lo veo, y nunca me he encontrado a nadie que se haya iluminado. Pero en realidad no importa, porque la cuestión es hacer de ti una persona responsable, lo cual reducirá el sufrimiento en tu vida y en la de todo aquél con quien estés en contacto. No creo que debamos preocuparnos demasiado sobre la iluminación y el nirvana. El canon pali dice que es el final del nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. Si te obsesionas demasiado con eso te estás perdiendo la parte de “ahora” del budismo. Del mismo modo, no estoy seguro de si puedes apagar los tres venenos de la codicia, el odio y el engaño, detener completamente nuestro apego, ira y aversión. Pero lo que sí podemos hacer es ver cuándo surgen y manejarlos mejor. Cuando aparecen, podemos sentirlos aparecer y luego dejarlos ir, canalizarlos en una dirección distinta, más útil. Esto te proporcionará un estado mental diferente y más tranquilo. Algunas personas, por contra, piensan que deberíamos detener o reprimir nuestras emociones, pero entonces seríamos una col: no tendríamos sentimientos, ni pensamientos… El budismo no va de eso.
BF: En el canon pali, Mara (el demonio) se le sigue apareciendo a Buda incluso después de su iluminación.
KYR: Y tal como yo lo veo, siempre estará ahí; simplemente tenemos que aprender a manejarlo mejor. No volver nunca, o jamás tener los tres venenos, es algo tan remoto que hasta resulta difícil concentrarse en eso. Pero si alguien te dice “si sigues esta enseñanza, estarás menos tenso o estresado, te hará más responsable, más amable y compasivo, tendrás menos sufrimiento,” entonces eso es algo tangible, algo que puedes ver en poco tiempo, algo más fácil a lo que aspirar.
Mi meta es enseñar de esta manera y seguirlo yo mismo, relacionarme con mis emociones de manera más útil y constructiva. La iluminación, la liberación, el nirvana, el cielo: no son mi meta. Es demasiado remoto. Quiero tener una buena vida, ayudar y enseñar a tanta gente como pueda en esta vida, reducir su estrés y sufrimiento. La semana pasada una chica me preguntó: “¿Por qué debería querer convertirme en Buda?” Éste no tiene por qué ser tu objetivo, no tienes que practicar budismo para llegar a ser Buda, puedes hacerlo para tener una vida mejor.
BF: ¿Algunos planes para el futuro?
KYR: Acabo de terminar mi segundo libro y el mes que viene voy a irme de retiro en los himalayas durante un mes. Ahí revisaré el libro una vez más y meditaré sobre cada punto, y al mismo tiempo haré mi práctica. El año que viene saldrá el libro y entonces surgirán muchas cosas. Pero grandes planes… la verdad es que no. Quién sabe si estaré aquí mañana, así que no, no tengo grandes planes.
BF: Para concluir, ¿Puedes contarnos algo sobre este próximo libro?
KYR: Mi primer libro era más tradicional, aunque no del todo; pero el segundo es totalmente secular. Lo he basado en el Mangala Sutra, en el cual el Buda explica qué son las verdaderas bendiciones, y he convertido los treinta y ocho principios en una práctica secular. El Mangala Sutra es un sutra excelente y ya me espero que alguna gente me critique por darle un poco la vuelta. No he cambiado las palabras del Buda, pero las he interpretado a través de mi experiencia. No he puesto nada en el libro que no haya experimentado nunca por mí mismo: así que no hay reencarnación, no hay iluminación. De todos modos, si crees en estas cosas aún puedes leer el libro y poner el lado tradicional de las cosas. Pero es completamente secular. A algunos les gustará y sé que a otros no, pero espero que la gente lo lea y saque algo de ello. Puede que me critiquen tanto los budistas tradicionales como los seculares, pero soy lo bastante fuerte como para soportarlo (risas).
- Conoce más acerca de Karma Yeshe Rabgye, de su blog y de su primer libro, The Best Way To Catch A Snake, en www.buddhismguide.org
- Bernat Font, el motor detrás de budismosecular.org, está actualmente viajando por Asia, estudiando distintos idiomas y tradiciones budistas.
- La página web sobre Budismo Secular en lengua castellana y la de Aotearoa – Nueva Zelanda se han juntado para realizar y ofrecer una serie de entrevistas con conocidas (y no tan conocidas) personalidades budistas de todo el mundo. Habiendo desarrollado los temas y preguntas centrales a cuyo alrededor girarán las entrevistas, queremos presentar las historias y los puntos de vista de maestros, académicos, pensadores, traductores, practicantes veteranos… todo tipo de personas relacionadas con el dharma, y en especial aquellas involucradas en el viaje de las enseñanzas del Buda hacia el mundo moderno. Gracias a la colaboración de diferentes sitios budistas seculares, las entrevistas se publican en castellano en este blog y en inglés en http://secularbuddhism.org.nz
____________________
Si valoras el contenido de este blog dale a ‘Seguir’ en el menú de la derecha; también puedes mostrar tu apoyo al trabajo y tiempo dedicados con una donación y ayudarme a mantener viva (y sin publicidad) esta web. ¡Gracias!
4 comentarios en “«Lo que sé es que tenemos esta vida», Karma Yeshe Rabgye”