Los 53 sutras de Buda son FAKE news

Por esa clase de webs y páginas de redes sociales donde todo es consciente, natural y cuántico, corre una orgía de falta de rigor digna de facepalm. Una lectora del blog (¡gracias Gloria!) me lo mandó y me quedé a cuadros. Si os gustó el post «8 citas de Buda falsas«… abrochaos el cinturón, porque han llegado «Los 53 sutras de Sidharta Gautama Buda, Dhammapada (Budha).» Ya la ortografía es libre e incoherente.

Antes de continuar quiero apuntar que esto no es un ejercicio de burla. En parte es un divertimento desenfadado, sí; pero no es antipático ni malicioso, porque lo que quiero argumentar es que, dejando a un lado si algo te funciona o inspira, y sin cuestionar la validez de esto en medida alguna, el rigor importa.

Fake news las hay también en el mundo del dharma, y hay que combatirlas allá donde se encuentren, sea donde sea. (Ya exploré en este otro post cómo facebook encarna los venenos de la avidez, la aversión y la confusión. Pues bien, una de las cuentas rusas ‘falsas’ descubierta y desactivada en facebook se llamaba ‘Mindful Being y pretendía hacer a la gente más receptiva al autoritarismo.) Como no soy indiferente a lo fake y, además, este es un tema que me toca la patata, no sólo no quiero contribuir a la desinformación sino que colaboraré a disolverla si puedo. Vamos a ver qué pasa con estos 53…

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Nuevas traducciones de textos del budismo ch’an

Hace casi dos años (¿cuánto lleva ya este blog? A veces alucino…) publiqué un artículo no muy alegre sobre el problema de las traducciones de textos budistas al español. Probablemente ahora cambiaría algunas cosas de ese artículo, y mi opinión respecto algunos de los ejemplos que puse va evolucionando también, como es lógico.

Las ideas fundamentales eran, primero de todo, que tenemos que tener presente que siempre leemos traducciones: incluso muchas obras canónicas en tibetano o chino son traducciones realizadas hace siglos y siglos de textos sánscritos o gandharis ya perdidos. Y en el caso de las traducciones al español, el principal problema es que hay muy pocos expertos en la materia y, por lo tanto, las traducciones directas de lenguas clásicas del budismo escasean. Demasiado a menudo son traducciones dobles, que pasan por el inglés; y muchas veces están hechas o bien por muy buenos traductores que no conocen suficiente del tema, o bien por expertos en budismo que pueden no ser muy buenos traductores. Y ante frases muy rocambulescas, o jerga extraña, no tendimos a pensar «esto está mal traducido» sino «debe de ser muy profundo…» Y las traducciones importan, porque moldean nuestro entendimiento del dharma.

El artículo terminaba con el deseo de que aumentaran las traducciones directas al español.  Pues bien, hay buenas noticias para las personas interesadas en el zen, y más concretamente en su antecesor chino, ya que en junio el abad del monasterio zen valenciano Luz Serena, Dokushô Villalba, firmó un acuerdo de colaboración con el monasterio ch’an de Liuzu para traducir unas cuantas obras directamente del chino al español. El abad español supervisará y dirigirá el proyecto, y la tarea de la traducción de los textos, que se calcula que serán publicados en 2017 en dos volúmenes, correrá a cargo de un equipo de traductores. ¡Celebro esta iniciativa y espero que la sigan muchas más!

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Noticia original

PD: Para los interesados en el budismo más primigenio, el monje theravada Bhikkhu Nandisena es uno de los pocos que traduce del pali al español: podéis descargaros su traducción del Dhammapada aquí. Y en la sección de Lecturas recomendadas podéis ver otras obras traducidas directamente del pali, por Abraham Vélez o Amadeo Solé-Leris.