Cómo meditar sin emociones

Seamos sinceros: esto de las emociones es un poco molesto. Y si quieres librarte de ellas, puedes hacerlo, porque son opcionales. Buda no tenía emociones, ni ninguno de sus contemporáneos, y ni siquiera «nosotros» teníamos emociones hace unos siglos.

No me refiero a que Buda no sintiera nada. Hasta los textos budistas más antiguos dejan claro que el Buda sentía compasión, alegría, écstasis y, más polémicamente, cierto enojo o molestia —si no ¿por qué se quejaba de los monjes que hacían demasiado ruido? A pesar del énfasis en la ecuanimidad, la tradición budista nunca ha concebido a la persona despierta como alguien plano y emocionalmente vacío. Entonces ¿qué estoy intentando decir?

De lo que realmente estoy hablando es del concepto de «emoción». Hoy nadamos tanto en él que olvidamos lo joven que es. En occidente, hace apenas unos 200 años se hablaba de pasiones, sentimientos, afectos… pero no de emociones; y ninguna lengua budista clásica tiene una palabra que corresponda a «emoción». Es un concepto moderno. La vida interior no tiene nada de nuevo, pero cada cultura y época histórica ha organizado esta vida interior de distintas maneras, con sus categorías propias. (Para nerds como yo, aquí tenéis un artículo académico sobre todo esto).

Piensa en lo siguiente: ¿la tristeza y el enfado se parecen lo suficiente como para considerarlos el mismo tipo de cosa y, por tanto, abordarlos de la misma manera? Creo que los budistas primigenios responderían con un rotundo «no». (¿Tú cómo lo ves?) Y si lo consideraban cosas distintas, se practicaría de forma diferente con una cosa y con otra. Esta forma de pensar está ya presente en las categorías que enmarcan la práctica, como los cuatro fundamentos de la atención (los satipaṭṭhānas) o los cinco fajos del apego (los khandhas): ninguna de esas cosas corresponde exactamente con el concepto moderno de ‘emoción’.

Sin embargo, hoy meditamos de manera inevitable con este concepto en el trasfondo de la mente. La práctica se articula explícitamente en términos de gestión emocional, durante la meditación hablamos de sentir emociones en el cuerpo, de practicar con emociones de esta o aquella manera… ¿No os genera curiosidad —si no asombro— que el Buda y sus discípulas no pensaran en estos términos ni diseñaran la práctica entorno a este concepto?

La forma en que estructuramos nuestra vida interior marca la diferencia. A veces me ha resultado útil dejar a un lado el hábito de agrupar la mayor parte de lo que siento bajo el amplio término de «emoción» y adoptar las antiguas categorías budistas. Esa una forma alternativa de pensar (¡y de experimentar!) que puede ser muy valiosa y liberadora. Es cierto que no podemos olvidar nuestro condicionamiento cultural así como así, pero aprender una perspectiva adicional y complementaria puede darnos más herramientas para desenmarañar el lío que a menudo se nos produce «aquí dentro».

Una clave de las categorías que informaban la tradición budista temprana es la idea del karma. En ella, algunas de las cosas que hoy llamamos emociones se concebían como el resultado de lo que hacemos o pensamos, mientras que otras cosas que también llamamos emociones se consideraban impulsos que moldean la experiencia. Obviamente, se gestiona una cosa y la otra de manera muy distinta, y poder hacer la distinción para luego observar conexiones entre ambas es precisamente una fuente de descubrimientos —algo que es más difícil si ponemos a todos esos fenómenos en un mismo saco.

Todo esto fue una gran parte del primer capítulo de mi tesis doctoral, y de un artículo académico que estoy preparando a partir de ese capítulo. Porque, como dije hacia el principio, las emociones no son una categoría universal, ni en el sentido geográfico ni el temporal, y la mayoría de investigación sobre el budismo y las emociones, el famoso diálogo del budismo con la psicología occidental, suele pasar esto por alto. Como máximo se comenta que no hay una equivalencia exacta de conceptos, pero no se le da más importancia; y si bien para según qué propósitos no será muy relevante, para otros es una diferencia fundamental que no puede ignorarse.

Uno sigue preguntándose: ¿en qué satipaṭṭhāna caben las emociones? ¿Dónde están en los doce vínculos del surgir dependiente? Pero sólo porque nosotros hoy hayamos agrupado ciertas cosas bajo un único concepto no significa que otras épocas y culturas hayan hecho lo mismo, así que quizás algunas emociones están en este satipaṭṭhāna, otras en otro, etc.

De todo esto hablaré en una de las sesiones de un curso online de seis domingos que daré esta primavera para Espai Sati (y también en inglés los martes para Bodhi College). Si queréis, hice un pequeño video de presentación que está en el instagram de Espai Sati.

Curso: Cuando Grecia encontró al Buda

El Instituto de Estudios Buddhistas Hispano ha organizado un curso online para este julio y agosto. Durante 8 sesiones semanales, se leerá el texto conocido como «Las preguntas del Rey Milinda» (o Menandro), el Milindapañha, un diálogo entre un rey grecoindio y el monje budista Nāgasena. La obra data de aproximadamente doscientos años tras la muerte del Buda.

Esta obra es interesante porque, siendo un diálogo intercultural, y además con una cultura bañada en filosofía y lógica, presenta las doctrinas del budismo temprano de forma clara y sistemática. Es un buen ejemplo de cómo el budismo de los orígenes empezó a conformarse como sistema coherente y estructurado.

Podéis leer sobre el rey Menandro en la wikipedia (aunque hay más información en la versión inglesa) o sobre el Milindapañha, en español o en inglés. Y si os pica la curiosidad, este parece un curso interesante y ameno. Lo da Aleix Ruiz-Falqués, profesor de la Shan State Buddhist University de Myanmar y que está traduciendo esta obra del pali al español.

Hecha mi recomendación para éstas vuestras curiosidades intelectuales veraniegas, sólo me queda dirigiros a la página del IEBH donde se anuncia este curso y se da la información para inscribirse:

¿¿Es el mindfulness realmente una atención que no juzga??

El poema de Rumi que más lo peta en entornos de mindfulness secular probablemente sea «La casa de huéspedes.» Dice así:

El ser humano es una casa de huéspedes.
Cada mañana un nuevo recién llegado.
Una alegría, una tristeza, una maldad,
cierta conciencia momentánea llega
como un visitante inesperado.
¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!
Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos
que vacían tu casa con violencia,
aún así, trata a cada huésped con honor.
Puede estar creándote el espacio
para un nuevo deleite.
Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,
recíbelos en la puerta riendo
e invítalos a entrar.
Sé agradecido con quien quiera que venga
Porque cada uno ha sido enviado
Como un guía del más allá.

El mensaje es claro: no rechaces ninguna de tus experiencias y aprende de todas ellas. Es bastante consonante con lo que suelo llamar «actitud meditativa» y que aprendí durante mi tiempo con Sayadaw U Tejaniya. Sin embargo, cuando miramos a los antiguos textos budistas encontramos al mindfulness comparado con un guardián cuya función no es tan simpática con los huéspedes.

Así como una ciudad amurallada tiene un guardián astuto que niega la entrada a los desconocidos y deja pasar a los conocidos, así es ‘mindful’ un discípulo noble. Muestra el máximo mindfulness y vigilancia, y recuerda lo dicho y hecho hace tiempo. El noble discípulo que tiene al mindfulness como guardián suelta lo que es nocivo y cultiva lo que es beneficioso.

Nagaropama Sutta (AN 7.67)

¿Y ahora qué hacemos con esta aparente contradicción? Ya estoy dejando entrever que yo creo en una interpretación que amalgama ambas imágenes. Sin embargo, quiero apuntar que no existe una sola concepción de qué es el mindfulness. No sólo ya no creo que el budismo tenga la última palabra, porque el mindfulness no es propiedad suya, sino que ni los budistas se ponen de acuerdo.

Para dar un ejemplo: la escuela de pensamiento theravāda considera que el mindfulness es siempre una cualidad ética, mientras que la sarvāstivāda la define como éticamente variable. Así que ni tan siquiera ellas podrían resolver el dilema de si un francotirador puede ser mindful o sólo atento.

He recordado este dilema porque mis amigos de Casa Virupa me han invitado a ofrecer dos sesiones online sobre los cuatro satipaṭṭhāna, que hemos titulado Formas de estar presente‘. Y pensé que era un buen punto de partida: ¿Es el mindfulness lo mismo que estar atento o ser consciente? ¿Qué significa estar presente?

Jon Kabat-Zinn
Seguir leyendo «¿¿Es el mindfulness realmente una atención que no juzga??»

Online Pali course! / ¡Curso de pali en línea!

(en español más abajo)

The University of South Wales has decided to open to the public the course in Pali language, originally a module of the MA in Buddhist Studies which I am currently studying. In this way, we facilitate that it has the required number of students it needs to run, and we offer the course to many people that may have been waiting for an opportunity like this. It will start this coming September.

Have you every tried to self-stude Pali, at home, all by yourself? Not easy right? This course is an all-too-rare opportunity!!

  • Completely online
  • Not as short as Richard Gombrich’s popular 2-week intensive, and also not a commitment for a very long course
  • Quite affordable

Registration process and other details are still awaiting confirmation, as is final price. Those who are interested can write to the email address provided in this document ( Learn Pali Online at USW ) and they will be contacted whenever more information is available.

La universidad de South Wales ha decidido abrir al público el curso de lengua pali,  originalmente un módulo del máster en estudios budistas que estoy cursando actualmente. De esta manera facilitamos que se consiguen el número de estudiantes requeridos para que el curso se haga y lo ofrecemos a mucha gente que puede haber estado esperando una oportunidad así. El curso empezaría este septiembre.

¿Has intentado jamás estudiar pali, o cualquier otro idioma, en casa, por tu cuenta? No es fácil, ¿cierto? ¡¡Este curso es una oportunidad única!!

  • Completamente online
  • No tan breve como el famoso curso intensivo de Richard Gombrich, ni tampoco un compromiso a un curso muy largo.
  • Bastante asequible

El proceso de inscripción y otros detalles aún están por confirmar, como el precio final exacto. Quienes estéis interesados podéis escribir a la dirección de correo que figura en este documento ( Learn Pali Online at USW ) y os contactarán tan buen punto haya más información.