5 lecturas (¿budistas?) diferentes

¡Feliz año a todos y todas! Cada vez más me gusta empezar el año con gratitud y generosidad, cualidades fundamentales para cualquier persona que medite. La gratitud contrarresta nuestro sesgo atencional negativo, es decir, la tendencia a fijarnos más en lo negativo; y la generosidad se opone a la codicia y el apego, ya que es un movimiento de soltar, de dejar ir.

Así que, aunque llego tarde para navidad (y justísimo para reyes), os ofrezco cinco recomendaciones de libros. Esta vez he pensado en lecturas un poco distintas de otras veces, conectadas con el dharma de forma oblicua, indirecta. Espero que os gusten —y aprovecho para desearos un buen inicio de año 🙂

1. Esta vida: fe secular y libertad espiritual, Martin Hägglund

Cuando leí que estaba en camino la traducción española de este libro, di saltos de alegría. Para mí, hubo un antes y un después de leerlo, y en 2019 sentí que era el libro que más me había hecho pensar en años. Si no queréis esperar a mayo, que es cuando lo publicará Capitán Swing, por suerte podéis leer la introducción traducida en dos posts para Medium: parte 1 y parte 2.

Partiendo de que lo secular tiene que ver con una vida mundana (finita, imperfecta y vulnerable) y lo religioso con una vida celestial (eterna, perfecta, invulnerable), Hägglund argumenta contraintuitivamente que la segunda, más allá de si existe o no, no es deseable. Para Hägglund, si las cosas (las personas y los proyectos) importan y nos sentimos llamados a cuidar de ellas, esto se debe en parte a que su existencia es frágil y el tiempo limitado: hay algo en juego. Muchas tradiciones religiosas y espirituales se nutren de la tendencia humana a querer trascender estas características de la vida, pero según Hägglund esto eliminaría lo que anima el cuidado, lo hace que la vida valga la pena. Al no haber nada en juego, no sería necesario preocuparse por nada ni nadie, y uno podría procrastinar lo importante hasta el infinito.

Hägglund define la fe secular de dos maneras: (1) como la creencia de que la vida merece ser vivida, lo cual es un acto de fe, puesto que no puede comprobarse científicamente ni racionalmente; y (2) como la devoción a una vida que terminará, a proyectos que pueden fallar y desmoronarse —en contraste con la devoción a un algo eterno y que no puede fallar(nos).

A pesar de que hubo secciones enteras donde creía estar leyendo una interpretación brillante de la doctrina budista de las tres características de la existencia, Hägglund parece conocer muy poco el budismo. De hecho, cuando le escribí en twitter, este paralelismo le sorprendió e interesó mucho, y en el libro sólo hace referencia un par de veces al académico Steven Collins para hablar del nirvana. Sin embargo, su propuesta encaja muy bien con un dharma secular y yo diría que hasta lo enriquece, una afinidad que no ha pasado desapercibida.

Cuando hace un par de años este libro sacudió el mundo intelectual, enseguida captó el interés de pensadores budistas seculares como Stephen Batchelor y Winton Higgins, inspirando el artículo ‘Embracing Extinction’ del primero y estos dos vídeos del segundo. Es una obra larga, y me perdí un poco en la segunda parte, donde Hägglund transforma los conceptos filosóficos de la primera en ideas sociales y políticas, y ahí ya me falla el vocabulario. Pero no me cansaré de recomendar este libro: es un verdadero acto de filosofar, profundo, emotivo y bien escrito.

2. El manifiesto de los cuidados, The Care Collective

Como si continuara la segunda parte del libro anterior, ‘El manifiesto de los cuidados’ (también disponible en catalán como ‘El manifest de les cures’) es un volumen muy fino que propone una política basada en el concepto de los cuidados, articulando una sociedad donde todo (la estructura de familia, la economía, la gestión del espacio público…) gira alrededor de cuidar y ser cuidado.

No soy muy dado a estas lecturas, y como dije antes me pierdo un poco por falta de conocimiento, pero me gustó mucho este libro. Siguiendo el formato del manifiesto y con una voluntad de divulgar, está escrito en un estilo directo (aunque todavía un poco formal) y no se entretiene con detalles técnicos. Pero quien quiera profundizar en alguno de los temas tiene unas notas a pie de página y una bibliografía repletas de referencias y estudios.

Si Hägglund hacía por lo menos un par de menciones del budismo, no sabemos ni si The Care Collective ha oído a hablar de él. Y esto no obstante, muchas de sus propuestas parecen aplicaciones directas de principios dhármicos a cómo organizar nuestra sociedad. La simpatía es fuerte. De hecho, cuesta creer que no han tenido influencias budistas cuando el subtítulo del libro es ‘La política de la interdependencia’!! Esta es una lectura perfecta para cualquier meditador activista o interesado en política; pero también cualquier practicante que quiera leer algo diferente y, aun así, en sintonía con el dharma.

3. Resistencia desde la cocina: el recetario vegano de Casa Virupa

Este centro de retiros ha publicado un libro de recetas veganas que es, a la vez, un libro de dharma. Con una edición cuidadísima y unas fotos que te hacen la boca agua, Casa Virupa predica con el ejemplo al aplicar los principios del amor y la sabiduría a algo tan cotidiano como el comer. ¿Cómo puedo aplicar las enseñanzas a mi día a día?, pregunta a menudo la gente. Pues aquí hay un ejemplo.

El libro intercala recetas con explicaciones cortas de conceptos básicos de la alimentación vegana y la filosofía budista, además de contener una entrevista con el maestro residente de Casa Virupa. Su libro, dicen, es «una declaración de obviedades y un compromiso con la vida, con lo de siempre. Es también una carta de amor al hedonismo, una defensa del placer de hablar de comida mientras se come. Una reivindicación de las sobremesas eternas y de querernos sibaritas en el estómago y en nuestros valores.»

Y hablando de manifiestos, también incluye uno que podéis leer aquí.

4. Biografía del silencio, Pablo d’Ors

La otra cara del activismo es la contemplación, el silencio y la soledad reconstitutiva. Así respira este conocido libro del sacerdote Pablo d’Ors. Con un título muy acertado, ‘Biografía del silencio’ se lee como un dietario meditativo sin orden ni temario, que reflexiona alrededor de la experiencia de la calma y la sencillez. Gracias a su minimalismo ideológico, a sus capítulos breves, y a un estilo literario austero pero cálido, resulta una lectura muy ligera.

Esta ligereza no va reñida con la profundidad, sino más bien al contrario. Y es que, aunque uno podría leerse el libro casi del tirón, parece que Pablo d’Ors te invite a leer unas pocas páginas, cerrar el libro y apoyarte en el respaldo a pensar mirando al techo. La afinidad con el dharma aquí es aún más evidente que en las primeras dos recomendaciones, pero a diferencia del recetario de Casa Virupa, permanece implícita. Al fin y al cabo, Pablo d’Ors es cristiano; pero habla de esa experiencia casi universal que es el recogimiento y la contemplación.

5. La desaparición de los rituales, Byung-Chul Han

En uno de sus libros más recientes, este popular filósofo coreano asentado en Alemania propone que hoy vivimos un exceso de comunicación pero sin comunidad, y que los rituales son una forma de comunidad sin comunicación, una manera de crear sentido colectivamente, usando el pensamiento simbólico en lugar del discursivo. Para alguien como yo, y seguramente muchas budistas contemporáneas (con o sin la etiqueta de ‘seculares’), interesarse por una crítica a la ausencia de rituales es contraintuitivo, pero yo lo recomiendo como elemento positivamente desestabilizador.

Para Han no es casualidad que la dimensión ritual haya ido desapareciendo de nuestras vidas a la par que subía el culto a la individualidad. Esto es un movimiento secularizador en el que el espacio público (es decir, interpersonal) queda limpio de religiosidad, y ésta se relega al espacio privado en el interior de cada uno —y ya de paso se ‘rebrandea’ como espiritualidad, que suena mucho mejor. Sin embargo, esto puede desembocar en un narcisismo que boicotea la transformación que tanto se busca, debido al énfasis cada vez más enfermizo en mirarse el ombligo de la propia psique. No hay más que ir a una librería para comprobar los niveles de esta locura. Contra eso, el ritual puede ser un querido alivio, o incluso un elemento contracultural, ya que, como dice Han, son gestos vaciados de psicología y vaciados de ‘yo’.

Mientras tanto, el individualismo forma parte de una cosmovisión que eleva la productividad y el consumo por encima de todo, ambas cosas en que los rituales no pueden participar, ya que no producen nada y no son un bien a consumir o mercantilizar. Los rituales son al tiempo lo que las cosas son al espacio: lo pueblan, lo hacen habitable, le dan coherencia y estabilidad.

Si habéis seguido un poco su obra, es probable que a partir de cierto momento tengáis la sensación de que Han está aprovechando el tema de los rituales para vomitar sus ideas y críticas de siempre. A mí no es algo que me molestara. Si el discurso de Han os es familiar, en el peor de los casos os saltaréis algunos capítulos o los leeréis por encima; y si no, no sentiréis que el autor presupone que ya conocéis su obra y no os faltarán piezas del puzzle.

Entre las muchas reflexiones que este libro me despertó, conectó con ideas que he conocido gracias al estudio académico de la religión, ya que por temperamento no creo que me hubiera interesado por el fenómeno ritual. Entre otras cosas, el ritual suele entenderse como un aspecto lúdico y estético de las tradiciones y se identifica con el origen del concepto de juego, el descubrimiento de que el acto de pretender, la performance, configura una realidad.

Este es otro de los libros que más me ha estimulado en los últimos años a nivel existencial y me ha dejado con curiosidad para replantear y reimaginar la dimensión ritual en mi proyecto, a fuego muy lento, de seguir actualizando el dharma secular en su constante diálogo con la tradición.


Gracias a los mecenas Yolanda Blanch, Virupa, Miquel, Àngel y Glo por su apoyo continuado.

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Meditación y activismo contra el cambio climático – entrevista a Yanai Postelnik

A principios de 2020, aproximadamente una semana antes de que comenzara el confinamiento en el Reino Unido, me reuní en línea con el maestro de meditación budista Yanai Postelnik, quien en los últimos años ha estado dedicando cada vez más tiempo al activismo con el grupo Extinction Rebellion. Equipado con las preguntas que recopilé de vosotros, lectores del blog, así como con mi propia curiosidad y respeto por Yanai, tuvimos una conversación larga y fascinante.

La pandemia enterró esta entrevista en mi ordenador durante un tiempo ridículamente largo; pero finalmente, y con la enorme ayuda de Ramsey Margolis y Mike Slott, os la puedo ofrecer. No es una lectura breve, pero espero que la encontréis tan interesante como la encontré yo.

Bernat: ¿Cómo te diste cuenta de que tenías que dar un giro hacia el activismo contra el cambio climático? ¿Qué cambió?

Yanai Postelnik: Siempre sentí que mi práctica del dharma y mi enseñanza eran una forma de activismo, en parte ayudándome a involucrarme en el mundo de una manera que fuera beneficiosa, de apoyo y de contribución. Como maestro de dharma, apoyo a otras personas no solo por su propio bienestar, sino porque en su propio bienestar y desarrollo espiritual, inevitablemente estarán comprometidos y contribuirán al bienestar del mundo.

Si bien era muy consciente de los problemas ecológicos y me preocupaba la sostenibilidad de nuestro mundo, realmente no estaba tan conectado con eso.

En 2018 encontré las conclusiones del informe del IPCC: que el consenso científico era que estamos fallando en esto como comunidad colectiva. Nuestra forma de hacer las cosas, nuestra actividad como especie humana en el mundo, nos acelera hacia un resultado destructivo devastador. Algo en mí tenía la sensación de que necesitaba hacer algo más que trabajar en la transformación de corazones y mentes. Eso es esencial, pero es necesario que suceda algo más.

Ese año, viajé a Rumania, donde mi padre fue un niño judío durante el Holocausto. Sobrevivió porque él y sus padres escaparon de un campo de concentración. Siendo el primer miembro de mi familia que volvió al lugar donde eso sucedió, tuve que enfrentarme a que lo que había sucedido entonces en esa comunidad fue la lenta progresión de pequeñas cosas. Cada una de esas cosas fue difícil, pero fue más difícil pararse y resistir, así que nadie lo hizo. Sin embargo, el resultado del genocidio para el pueblo judío y otros fue espantoso. Algo en mí recibió el mensaje de que tengo que ponerme de pie ahora.

Así que tuve la sensación de querer cambiar mi enfoque del trabajo interno hacia hacer lo que pueda para ayudar a nuestro mundo a despertar colectivamente a esto, y responder de manera efectiva y significativa a los riesgos que enfrentamos.

Bernat: ¿Por qué Extinction Rebellion (XR)?

Yanai: Su modelo de compromiso es la desobediencia civil no violenta, y también lo que yo consideraría como un enfoque del activismo más espiritualmente informado y psicológicamente inteligente, lo que me dio una sensación de esperanza. Parecía alineado con mis valores fundamentales y pensé que tenía el potencial de ser efectivo.

Uno de sus principios fundamentales es abstenerse de culpar y avergonzar. Dejé el activismo como estudiante universitario porque ya no podía ser parte de algo que, para mí, era tóxico, lleno de ira, tanto hacia los demás como entre diferentes grupos que actuaban con los mismos fines pero de diferentes maneras. Había una gran cantidad de agresión e ira inconscientes. XR comprendía los peligros del agotamiento y la necesidad de un compromiso sostenible, al tiempo que buscaba la sostenibilidad como cultura humana como resultado.

Bernat: Una pregunta que recogí fue sobre la rabia y la ira de los activistas que traen más culpa y destrucción que soluciones.

Yanai: Necesitamos transformar las raíces de esta reactividad para que la acción provenga de un lugar interior sano y luego podamos marcar la diferencia. ¿Podría el activismo feroz y valiente tener sus raíces en el amor, no solo como un buen principio, sino como una experiencia sentida? En mi tiempo inicial con XR, los estuve observando en términos de si predicaban con el ejemplo. Porque esto requiere práctica. No puedes simplemente decidir no culpar y avergonzar. De hecho, es necesario poder lidiar con lo que conduce a ese patrón de comportamiento.

XR aborda las cosas a través de la ética implícita. Más allá de no culpar ni avergonzar, reconocemos que quizás veamos a la policía, o las personas en el gobierno o en los negocios, como el problema y la oposición; pero estas son personas con las que debemos trabajar y respetar como seres humanos, incluso si estamos profundamente en desacuerdo con sus acciones, decisiones, o políticas. Como en el contexto del dharma, separamos a la persona de la acción y reconocemos que su acción puede ser torpe sin condenar al ser per se . Esto me parece realmente significativo.

Bernat: ¿De qué manera son la práctica del dharma y el activismo dos lados de la misma cosa, y en qué se diferencian?

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¿Qué le preguntarías a un maestro budista y activista de Extinction Rebellion?

La crisis climática: el reto del siglo XXI. «¿Quién me lo iba a decir,» pienso a veces, «que éste sería el gran tema de mi época?» Pero la información ha estado ahí desde el día en que nací, como una revista de sala de espera a la que nadie le presta atención. La ignorancia, sostiene el budismo, es un rasgo principal de la existencia humana ordinaria, y entre los sutras se esconden versos que comparan la codicia con una inundación. Hoy me cuesta no recordarlo.

No he tocado el tema ecológico desde la entrada «O extinguimos la codicia o NOS extinguimos;» pero en marzo tendré el gusto de entrevistar a Yanai Postelnik, que ha hecho un agujero en su muy activo calendario “rebelde” para hablar conmigo. Y quiero recoger vuestras inquietudes y preguntas: ¿qué le querríais preguntar a un maestro de meditación que es activista de Extinction Rebellion?

Yanai Postelnik lleva casi treinta años impartiendo clases y retiros de meditación por todo el mundo. Fue maestro residente de la Insight Meditation Society en Barre, Massachusetts; y forma parte del Teacher Council de Gaia House, UK. Puedes leer un texto suyo sobre meditación aquí y escuchar sus charlas en dharmaseed (en inglés).

Dos años atrás se sintió llamado al activismo climático como parte de su compromiso de actuar en beneficio de todos los seres. Profundamente implicado en Extinction Rebellion (XR), su conciencia le ha llevado a ocupar el puente de Waterloo, a pegarse con superglue a la entrada de un hotel para evitar un congreso de la industria petrolífera, y a ser arrestado en múltiples ocasiones. Yanai dice:

La urgencia de nuestra situación requiere sacrificio, y me siento llamado a arriesgar mi comodidad, mis privilegios e incluso mi libertad para llamar la atención del gobierno hacia el peligro y la devastación que nos espera si no actuamos juntos, ahora, con valentía y compromiso.

Parece seguir las palabras de Martin Luther King: «Nunca tengas miedo de hacer lo correcto. Los castigos de la sociedad son pequeños si los comparamos con las heridas que infligimos a nuestra alma cuando miramos para otro lado.»

He oído de varias fuentes que XR se desmarca del activismo habitual motivado por la ira. Sin ser denominacional, XR tiene una clara vertiente espiritual y una inteligencia psicológica que le lleva, por ejemplo, a organizar sesiones o rituales para digerir el dolor de la desgracia ecológica.

«Lo que me emocionó de XR era la idea de que tenemos que responder a todo el mundo desde un lugar de amor; no culpar o avergonzar incluso a los aparentes beneficiarios o perpetradores de esas conductas destructivas,» cuenta Yanai a Tricycle Magazine. De hecho, Yanai ha dado ya varias charlas bajo el título de «Amor en tiempo de extinción.»

Dado que este es un tema de mucha actualidad, cuyas olas están llegando a orillas budistas y meditativas (pero tengo la sensación que aún no lo suficiente), os hago una llamada para que sugiráis tema y preguntas, cuanto más concretas mejor. Muchos vemos cada vez más claro que no podemos seguir sin abordar esto, pero no sólo no sabemos qué hacer, sino tampoco cómo encaja con nuestra práctica o cómo hacer dialogar estas dos esferas.

¿Qué te gustaría saber?
¿Tienes mensajes de apoyo?
¿Tienes dudas?
¿De qué te gustaría que habláramos?

Por favor, escribe tus preguntas aquí abajo en la sección de comentarios, yo las recogeré y se las transmitiré a Yanai Postelnik en nuestra entrevista. ¡Estoy seguro que será una conversación muy interesante!


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El poder de ser radical y vulnerable: entrevista a Lama Rod Owens

lama rod

Su perfil sorprende: joven, perteneciente a las comunidades afroamericana y LGBT+, reconocido por la tradición kagyu tras el retiro de tres años, activista social. Habla de aquellos temas que nos incomodan, sin tapujos, sin vulgaridad pero sin intentar ser «correcto». Su web dice que trabaja por mostrarse tan vulnerable como le sea posible. Aquí tenéis, condensada pero con poquísima edición, la conversación de una hora que tuvimos por Zoom.

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