Hoy hace exactamente 3 años que empezó esta página web, y me gustaría hablar de algo que quizás nos persigue a muchos a pesar de llevar años en el ‘mundillo’ del budismo o la meditación, un reto que para algunas personas habrá seguido ahí durante estos 3 años: meditar a diario.

Lo primero que quizás tengamos que preguntarnos es ¿hace falta meditar cada día? ¿Es realmente necesario? Cualquier actividad que queramos incorporar a nuestras vidas, o cualquier habilidad que suponga bastante aprendizaje, necesitará cierta práctica regular. ¿Aprenderemos ruso dedicando media hora a la semana? ¿Mejoraremos mucho nuestra forma física con una visita al gimnasio cada quince días? Obviamente no. La meditación es lo mismo y, aunque saltarse un día o dos no es ninguna catástrofe, hacerlo a menudo será mucho más fructífero.
Algo importante es tener clara nuestra motivación. ¿Por qué meditamos o queremos meditar? A veces podemos tardar mucho tiempo en apreciar realmente los beneficios de la meditación y es algo que sucede de forma gradual. El esfuerzo genera algunos resultados y éstos nos inyectan más entusiasmo por la práctica, vitalizando nuestro esfuerzo. Esta retroalimentación positiva sucede de forma diferente para cada persona y tenemos que estar abiertos, quizás descubramos cosas que no esperábamos y nuestra motivación y apreciación de la práctica puede ir cambiando con el tiempo.
Y otra pregunta que cada vez es más importante para mí es ¿qué considero meditación y qué no? Cuanto más estrecha sea mi concepción de la meditación, menos oportunidades me estaré dando para practicarla. Meditar es estar presentes con una actitud de observación abierta, receptiva, recordando y reconociendo que somos conscientes, e ir volviendo a esto tanto como podamos. Según este entendimiento, no hace falta ninguna actividad, lugar o postura especial: meditar es un trabajo de la mente que podemos realizar durante todo el día hagamos lo que hagamos. A mi parecer, la meditación formal sirve para ir entrenando esta actitud que queremos llevar a nuestro día a día. El cojín es el entrenamiento, el resto de nuestro tiempo es el verdadero partido. Y como los humanos somos olvidadizos, dedicar unos momentos cada día sólo a practicar la atención plena puede funcionar como un gran recordatorio.
En un artículo de noviembre de 2013 traduje unos cuantos consejos para establecer una práctica de meditación. Entre ellos estaban meditar con otros e irse de retiro. Estas cosas ayudan muchísimo, pero quizás aún encontremos dificultades a pesar de todos esos esfuerzos. Si formas parte de un pequeño grupo de meditación, es buena idea proponer este tema y así escuchar las experiencias de otros: qué sistemas les han funcionado y cuáles no, qué dificultades compartís, qué os podéis recomendar mutuamente, etc. Nosotros lo hicimos en Barcelona y vimos que lo que mejor va es encontrar un momento del día que en general nos funcione y entonces comprometerse a eso. Sin embargo, algunos tenemos unos horarios bastante irregulares y este sistema puede no funcionarnos. Si es vuestro caso, probad a asociar la meditación a otra actividad en lugar de elegir una hora fija: lo primero en levantarse, después de la ducha, antes de preparar la cena, etc.
Algo que a mí me ha ayudado mucho es llevar un diario de meditación donde cada día anoto, de forma muy breve, si he meditado, cuánto tiempo, qué práctica he hecho y cómo ha ido la sesión. Hay aplicaciones de diarios personales que son muy útiles: son como blocs de notas pero guardan las entradas con la fecha, te permiten ver tu evolución y puedes configurar un aviso para escribir cada día. Me ayuda a ser más consciente de con cuánta frecuencia me salto la meditación y, muy especialmente, de por qué. Quizás necesitamos saber tanto de cómo consigo meditar como de qué sucede los días que no lo consigo. ¿Qué eventos han hecho que no meditara? ¿Qué he hecho diferente? ¿Qué excusas me he puesto? Así conoceré mejor qué condiciones suelen conducirme a no meditar y podré identificarlas en el futuro.
Qué ocurre cuando no meditas es algo muy interesante de observar. Primero de todo: no te castigues ni te desanimes. Si la causa próxima del esfuerzo adecuado, según las enseñanzas tradicionales, es la «urgencia espiritual» o motivación, su característica es el «no derrumbamiento.» Cuando no lo consigas, sencillamente sigue intentándolo. Algunos maestros lo definen como persistencia o perseverancia, ya que la palabra ‘esfuerzo’ nos puede sugerir tensión o ser duros con nosotros mismos. Como dice U Tejaniya, es como el eslogan de Nike: «Just do it.»
Esto podemos conectarlo con la concepción amplia de la meditación de la que hablaba antes. Si sueles meditar por la mañana y un día no puedes, no salgas de casa pensando que hoy ya no meditas: ¿qué tal si practicas meditación caminando yendo al trabajo? Puedes ser consciente de ese trayecto, de las piernas moviéndose o los brazos colgando al caminar, la sensación del cuerpo de pie en el metro, lo que ves, los sonidos de la ciudad, etc. Para mantener la conciencia plena durante el día también resulta muy útil ponerse otros recordatorios, asociar la meditación a otros momentos del día y usarlos para volver a una misma, hacer unas cuantas respiraciones o conectar con el cuerpo: al llegar a la mesa de trabajo, al tomarte una pausa para el desayuno, al fregar los platos; o después de cada comida, cada vez que vayas al baño, durante la ducha. Hace muy poco invitamos a Martine Batchelor a ofrecernos un retiro de fin de semana, y ella sugirió practicar unos minutos de atención a la respiración tumbados en la cama, al ir a dormir y justo al levantarnos. ¡Qué mejor manera de empezar o terminar el día!
Si no tienes compañeros para explorar estas cuestiones, puedes echar un vistazo a la página de Grupos para ver si existe alguno en tu ciudad o alguien interesado en formar uno, y si tu localidad no existe en el directorio siempre puedes mandarnos tus datos para que te añadamos. Mientras tanto, puedes usar la sección de comentarios de este artículo para explicar tu experiencia o exponer tus dudas y que otros puedan responder. Así que termino con esta pregunta: ¿tú cómo lo haces para meditar con regularidad?
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Si vas todos los días por espárragos al desierto, al cabo de tres años ya no te apetece mucho.
Si vas de vez en cuando al restaurante de un amigo que tiene tres estrellas michelin y te invita siempre a los mejores espárragos del mundo…
¿?
En ningún caso de los dos te tienes que proponer ir todos los días.
En el primer caso no deberías perder el tiempo yendo, en el segundo caso, sólo cuando quieras comer de verdad.
O sea, si te levantas igual que te has sentado, déjalo. No te has enterado de qué va la meditación.
Si te levantas y diez minutos de meditación te dejan feliz durante tres dias, has experimentado estados de conciencia alterada inexpresables, has emergido con conocimientos increibles que nunca aprendiste .. ¿para qué vas a meditar mas? No hay cuerpo que lo aguante…..
lei lo que pusiste y me gusto mucho. cuando era mas chco tenia unas ganas como de comer por la meditacion, pero aveces se me iba y volvia. recuerdo dos veces en las que meditando en una ocasion me paso lo que comentaste, por tres dia me di cuenta que ya no estaba la persona, era un disfrute de todo desde simplemete tender la cama hasta agarrar una cuchara, era disfrute constante. lo que note es que por falta de preparacion en la meditacio solo me duro por decir de una manera tres dia. cualquiera puede llegar a eso pero me di cuenta que para mantenerlo es necesario tener una disciplina en la meditacion, o mas profundo una disciplina en la percepcion de la mente y el poder mantener ese estado, no es llegar y ya para nosotros sino que hay que mantenerse. pero es asi como dices, yo medito cuando lo necesito, porque sino solo es monotonia a mi parecer. 😀
Yo, por ejemplo, (si a alguien le sirve de ayuda), intento, siempre que realizo una tarea cotidiana, enfocarla de la siguiente manera
a) estar atento a las sensaciones físicas que se derivan de esa actividad,o que son necesarias para realizar esa actividad (por ejemplo, fregar platos sensaciones motoras, visuales i/o táctiles), y cuando me noto que he perdido la atención (normalmente és por una tensión mental , aversión, apego , aburrimiento) , intento observar la tensión hasta que desaparece, esto es, adopto una posición de observador pasivo de ese fenómeno hasta que noto su cesar total o parcial
b)Si con la mera observación no basta , i queda algun residuo de esta tensión que me perturba lo bastante intento observar un par de respiraciones
c) Muy importante! al final del proceso, intento esbozar una sonrisa, aportando algo de Metta hacia lo que hago y hacia mí mismo . Es curioso es que simplemente aportando este último paso la meditación normalmente se hace muy llevadera! y observando con atención he experimentado que si la tensión desaparece por si misma en lugar de provocar su extinción , muchas veces la sonrisa de placer, alivio i amor surge de forma automática, no sé si es por condicionamiento o por efecto colateral de la extinción del sufrimiento
Así integro las tres facetas de la meditación, la observación, la ecuanimidad(testigo imparcial) i Metta en la última fase, que en muchas explicaciones de meditacion vipassana no se suele incluir: pero el alivio del sufrimiento aunque sea pasajero i la alegría consecuente, es necesario experimentarlo , siempre hay necesidad de cierta recompensa si no se quiere acumular experiencias negativas que al final pueden llegar a ser un obstáculo pera la misma meditación , aparte, que es muy importante cierto grado de compasión hacia uno mismo ,igual que se aplica hacia los demás
Opino que este proceso, que en el fondo es el que prevalece en casi todos los tipos de meditación budista, si se lleva a cabo de forma sistemática , se puede realizar con cualquier actividad consciente, ya estés sentado o realizando actividades, yo he descubierto que de hecho mis sentadas (que realizo pocas)
mejoran mucho si voy intentando meditar de esta manera durante todo el día. no me preocupa tanto la meditación formal , que en realidad para mí tiene una función más de profundizar en capas más profundas y sutiles de sufrimiento que normalmente en la vida diaria pasan desapercibidas al darse unas condiciones más favorables para la observación y penetración
El tema es la perseverancia (mantenerse constante y cotidianamente) en la práctica de la meditación y las dificultades que para ello hemos encontrado. ¿Cierto? Y, entonces, con anterioridad, o a través del tiempo, ahora mismo, surge el preguntarse, la cuestión formal y práctica ‘¿qué considero meditación…?’
La ‘meditación’ solo sentarse (shikantaza), asociada a la escuela o corriente zen soto: la que considero fundamental o esencial. Practico más o menos centrada en ella desde hace unos años, o intento hacerlo. En la tradición theravada la ‘meditación’ se expresa con nombres tales como samatha (tranquilidad) y vipassana (perspicacia), de tal manera que creo que mientras he estado buscando y dirigiéndome a zazen shinkantaza también he hallado samatha y vipassana, sin saber bien el cómo son sus modos o ‘técnicas’. Algo sobre lo que quisiera profundizar con profesores o con personas más experimentadas.
No le llamaría «meditación formal» para diferenciar ésta práctica de la de ‘atención-plena’, o de la de breves períodos (minutos) meditativos (shikantaza; samatha; vipassana) en medio de las actividades (como caminar, realizar tareas varias, estar sentado en un transporte público).
De cuando no he sido perseverante con un tiempo diario de 40 a 20 minutos de shikantaza ¡no me explico! bien el motivo. Si me agrada (aún los esfuerzos naturales que en ocasiones han de presentarse -en mayor grado- ante: somnolencia; dispersión o proliferación síquica; tensiones musculares, otros); si obtengo frutos y beneficio para los días, como por ejemplo tranquilidad, claridad mental, salud corporal… …. Es decir, ¿por qué no reservo ese momento de manera regular independientemente de que mis actividades cotidianas y/o los estados mentales varien bastante o no? Creo que es necesario un compromiso y un hábito para con ese momento específico.
Yo medito rutinariamente en el baño publico de la empresa donde trabajo. Me fijo una alarma en el celular, y cuando suena me voy al retrete cierro la puerta y comienzo mi meditación diaria. Es intereseante porque he encontrado el retrete como un lugar privado donde nadie te pregunta que hacer y porque tanto tiempo. El lugar de la meditación no es importante sino que lo importante es que te puedas enfocar en la meditación.
Yo cuando estoy mal no medito, al menos formalmente. Me doy cuenta de que es una forma de evitación. Si no quiero sentir es mejor no mirar hacia dentro.
Esto es interesante! Un maestro me dijo que de meditación a medicación hay sólo una letra. Cuando estamos mal por supuesto que tenemos que meditar; pero si el tormento es demasiado y nuestra estabilidad mental no es lo suficientemente fuerte, tenemos que trabajar en esta estabilidad y reforzarla. Hasta entonces, puede que sea mejor no mirar al problema directamente y anclarnos en un objeto del cuerpo que nos tranquilice, tomándonos la meditación como un respiro, un break. Cuando haya más estabilidad quizás seremos más fuertes para la emoción que nos perturbe.
O visto de otra forma, si nos acostumbramos a no meditar cuando haya agitación o incomodidad entonces sólo seremos capaces de practicar cuando ya tengamos la mente tranquila y más o menos en paz; cada vez que no sea así, no podremos practicar.
Me parece curioso el comentario. Yo después de casi dos años de meditar diariamente dejé de hacerlo al menos en la postura formal. Si emdito de formaincluida en mis actividades diarias. Pero es curioso que cuando me siento mal, sobre todo cuando tengo cierta ansiedad o malestar mental sí recurro a la postura y medito al menos diez minutos, con la intención de observar y mirar de frente aquello que me produce la inestabilidad. La mayoría de veces mediante la respiración y la observación distante de aquello me perturba suele diluir el malestar. Es curioso como procedemos de maneras diferentes.
Interesante debate/ reflexión. gracias. ü.
Aquí dejo mi experiencia personal, sin ser extrapolable a otras personas, la resumo por si alguien le puede ser útil.
La atención plena en las acciones cotidianas es un entreno para la consciencia y hacer las cosas ‘correctamente’. La meditación es el momento que estoy conmigo mismo. Que me descubro para mejorar en el día día y con ello mejorar la atención plena. Todo está conectado.
Experiencia meditación.
• Objetivo (Que)
Empecé por re-buscarme. Que necesitaba…? la calma, fluir como lo había hecho hace un tiempo. Esa fue la forma como llegue a la meditación.
• Método (Como)
Primero busque un método de meditación (libros, cursos, artículos…). Soy autodidacta. Donde vivo y mis circunstancias personales (trabajo, familia…) hacen que no tenga con quien compartir la práctica, ni un maestro físico.
El que mejor me ha ido es una personalización del sistema que describe Andy Puddicombe en su libro (atención a la respiración). Pero sigo probando otras cosas (música de fondo, incienso, escuchar mantras…).
• Horario (Cuando)
Probé en el baño del trabajo antes del desayuno. Al levantarme también, al mediodía… Finalmente la hora que me da mejor resultado es antes de ir a dormir. A veces lucho con el cansancio. Pero es la hora que más constancia tengo.
• Lugar (Donde)
He probado diferentes lugares, pero el que tengo la sensación de aprovechar más es en el jardín de casa. En el aire libre.
• Incentivo (*)
Partiendo de la base que creo que este como este debo sentarme. Después ira como ira… a veces me sorprendo. Me ayudo de una aplicación que además de servir diario, temporizador y comunidad virtual… te ‘premia’ conforme vas logrando objetivos. Es bastante egoico pero actualmente cuando ‘decaigo’ es lo que me hace sentarme en el cojín.
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SalüdoS
No te castigues disfruta.
Hola Juan. Si no dispones de ningún grupo puedes o bien intentar crear el tuyo o buscar apoyo online. Cada vez hay más recursos en internet: clases, charlas, cursos, incluso sanghas ‘en la nube’. ¿Es el futuro? Quizás en parte sí.
Gracias
Busco alternativas en la ‘nube’. Miro blogs como este. Me sirven como mentores. También hice un curso online de minfulness… Pero encontrado una Sangha ¿Alguien conoce sanghas en la red?.
De todas formas mi practica actual esta dirigida a tener una ‘Paternidad Consciente’. Y necesita de mucho tiempo… perseverancia y paciencia. Pues se esta despertando todo lo que tenia dormido en mi interior.
Pensaba también acercarme un martes al grupo de BCN. Para conocer más cosas.
Voy buscando recursos para avanzar… pero siempre tengo presente un cuento que decia algo asi como que ‘un estudioso y erudito cuando llego a la iluminación quemo todos sus libros’
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SalüdoS
El otro dia estuve contrastando experiencialmente lo que es la práctica formal o sentada y la práctica y llegué a la conclusión que en el fondo la meditación no es más que la sincronización entre lo que sentimos y lo que hacemos, por otra parte muchas veces se nos pide observar lo que hacemos, pero en realidad creo que se trata de sentir lo que hacemos al mismo tiempo que lo hacemos.
En resumen, meditar en realidad es una actividad de sincronización de ritmos, en la vida diaria tienes que sincronizarte con ritmos variantes , inesperados, un grito que no esperas, un conflicto, el ritmo de fregar los platos, lo cual exige más flexibilidad para canviar el ritmo, pero dificulta captar fenómenos sutiles, mientras que en la meditación sentada practicas con ritmos más regulares, sutiles i biológicos, los propios del cuerpo , por ello nos permite desarrollar una sensibilidad mayor hacia ciertos ritmos( de pensamientos, de sensaciones sutiles, relajación, tensión) , nos permite, con mucha práctica, interiorizar sensaciones de tranquilidad mental i sobretodo , desarrollar hábitos inconscientes de sensibilidad que después al final enriquecen la meditación en la vida diaria, por ejemplo, con práctica puedo sentir las sensaciones más burdas de lavar los platos ( el frio del agua, movimiento de los brazos), con otros más sutiles, como la sensación de frio se distribuye por el cuerpo, que pensamientos se suceden, e.t.c
A mí , meditar me recuerda mucho a la actividad del músico o el bailarín , el bailarín baila al ritmo de la música, el meditador, siente i vive al mismo compás de esta selva de ritmos que es la vida, sea lo que sea que se le presenta,
Como no tenía tiempo para meditar he optado por madrugar. Antes meditaba sentado una vez a la semana. Ahora me levanto a las seis y medito andando cada día de lunes a viernes. Dentro de quince días hará dos años. Durante la meditación repaso mentalmente los principios del budismo, reflexiono e indago. Las cuatro verdades, El Óctuple Sendero, Los cinco agregados, El surgimiento condicionado, La impermanencia, …la aplicación práctica del Óctuple Sendero, etc. Los viernes nos reunimos un pequeño grupo, meditamos en silla de cara a la pared veinte minutos y luego estudiamos cada semana uno de los ocho senderos y proponemos algún ejercicio para realizar durante la semana. De lo qué alimentamos nuestra mente, en eso nos transformamos.
Este es un tema por demás importante. Realmente creo en los beneficios de la práctica de la meditación. primero la que podríamos categorizar como «Budista» porque está contenida dentro de una gran riqueza filosófica, psicológica, ética y espiritual que hacen el círculo completo. Pero sin duda el Budismo no es para todos ni debe ser así. Así que la práctica de la meditación por mérito propio, por salud, por bienestar personal, y social es sin duda indispensable en el mundo que habitamos. Concuerdo totalmente con Bernard. Lo ideal es encontrar un grupo (pero no es fácil) y hacer retiros (definitivamente es un esfuerzo que vale mucho la pena) porque te dan un empuje inigualable. Pero… y justo pensando en aquellos que tienen ésta dificultad, y esperando ser otra buena opción, otra herramienta, he desarrollado esta App para Android Mindcatcher. No tiene costo alguno, está ahí para ser de utilidad, porque soy una convencida de los beneficios de meditar https://play.google.com/store/apps/details?id=com.nayelimr.mindcatcher.beta
Me ocurre lo mismo desde hace tiempo … puede ser porque no conseguimos dejar los pensamientos de lado . Y sobre todo me pasa desde que estoy decaída anímicamente . Espero que vuelvas conseguir meditar !
https://elentierromarino.wordpress.com/2016/11/06/un-buda-en-el-parque-guaiqueri/
Me gustaria meditar diariamente de manera formal. Encontrar un objeto virtuoso en el que focalizar mi atención y mantenerme en él cada vez más tiempo. Mi problema es que no me pongo a ello. Siempre encuentro otra cosa mejor que hacer. Creo que en budismo a eso se le llama pereza, el oponente al esfuerzo o perseverancia gozosa. ¿Cómo la elimino? Contemplando sus inconvenientes, en lo corta que es la vida, en la suerte que tengo con este renacimiento humano con estas cualidades y lo difícil que va a ser volverlo a encontrar… Lo sé, pero no me pongo y eso me crea cierta preocupación y, a veces, ansiedad. ¿Sabéis alguna otra forma?
Hola Montse. Creo que es un problema muy frecuente. El método que comentas es un sistema tradicional que a mi parecer es demasiado cognitivo, funciona si se cultivan esas reflexiones de forma sistemática (que es como están diseñada, de hecho) pero no tanto, encuentro yo, para atacar la sensación de pereza en el momento.
No hay salida fácil. Sé conciente que hay que meditar tanto cuando tenemos ganas como cuando no, como dicen en el zen. Simplemente, lo haces. Si sólo te sientas cuando te apetece sólo te familiarizarás con la mente que quiere meditar, la que está de buen humor. Es ser una meditadora ‘de buen tiempo’, meditar sólo cuando ‘hace bueno’. Pero es cuando hay resistencia que quizás sea aún más fructífero. Tómate la resistencia como señal de que hay que sentarse, sin más. Si te ayuda, proponte una sesión cortita, sólo 10 minutos de parar y respirar. Cuando piensas que deberías meditar, ÉSE es el mejor momento para hacerlo.
Espero que vayas encontrando la forma. Un abrazo.
Gracias. Supongo que me tendré que poner a ello si o si. Voy a intentar sentarme 5 minutos diarios e ir aumentando. Creo, que sentarme diariamente, tenga granas o no, es la mejor forma de familiarizarme. Una cosa me llevará a la otra. Gracias de nuevo.
Hola Montse;
Yo te puedo explicar desde mi experiencia. No se si le funcionara a todo el mundo. A mi me pasa como a ti. Por eso pongo trampas al ego.
La primera es probar diferentes meditaciones guiadas al principio.A ver cual me funciona mejor. Que sean cortas y voy ascendiendo 5, 10, 20… a mi ritmo. Después medito sin guías.
La segunda trampa es anotar los días y tiempo que medito, marcar un objetivo (20 días en un mes por ejemplo o 60% del año).
Leer articulos sobre el tema de vez en cuando, como los de este blog también me ayuda a coger carrerilla. Y lo fundamental y que cada vez me ayuda más es no mortificarme por no meditar una semana…
Soy consciente que son trampas y que posiblemente muchas personas digan que son cosas que no debería hacer porque el meditar no debe tener objetivos, ni usar muletas. Pero yo no soy un iluminado, soy un persona llana que quiere conocerse a si mismo, mejora y mejora el mundo donde vivo. Todavía tengo demasiados miedos, egos y necesito algún estimulo.
Mis mejores deseos en tu camino.
_/\_
salüt
Pd.- a veces también me rio de mi mismo enfadado conmigo mismo por no meditar… por tomar las cosas demasiado en serio, eso me ayuda también.
Muchas gracias por tu comentario. Tomo nota y a ver que tal. Ya os contaré
Gracias. Supongo que me tendré que poner a ello si o si. Voy a intentar sentarme 5 minutos diarios e ir aumentando. Creo, que sentarme diariamente, tenga granas o no, es la mejor forma de familiarizarme. Una cosa me llevará a la otra. Gracias de nuevo.