Meditación metta: ¿qué es y qué no es?

Una de las cosas que más puede sorprender de los textos antiguos del budismo, el canon pali, es que no existe una palabra que equivalga a lo que llamamos “meditación.” El Buda habló de bhāvanā, que literalmente significa cultivar, desarollar, dar vida, hacer crecer. Este término amplio se refería a muchas prácticas y no todas están incluídas en nuestra concepción actual de qué es meditar. De las que sí se incluyen, la más conocida es la atención plena (mindfulness), y el segundo lugar, lo ocupan seguramente los brahmavihāras. Esta palabra se compone de brahmā, el dios supremo, y vihāra, residencia o morada (más tarde pasó a designar los monasterios budistas). El compuesto se traduce de muchas formas: residencias divinas, lugares sublimes, etc. Se trata de cuatro cualidades que se desarrollan activamente, a menudo usando unas frases que uno dice por dentro durante la meditación.

La primera de esta cualidades es mettā. En pali, esta palabra proviene de ‘mitta’ (amigo) y se traduce como bondad, amabilidad, benevolencia; o como amor, con algún adjetivo para quitarle las connotaciones románticas o pasionales. También lo he encontrado como bondad amorosa. En inglés la traducción estándar es ‘lovingkindness’. La maestra Shaila Catherine habla de esta práctica en una entrevista aparecida en la revista electrónica ‘Insight Journal’ del Barre Center for Buddhist Studies (BCBS). Espero que la disfrutéis.

IMG_5656

Insight Journal: ¿Cómo ha cambiado tu relación con metta a lo largo de los años?
Shaila Catherine: Cuando me enseñaron a meditar en los años ochenta, el modelo clásico era un retiro de meditación de 10 días con énfasis en la atención plena. Durante aquellos retiros había una meditación metta guiada. Debo admitir que al principio lo odiaba.

IJ: ¿Por qué lo odiabas?
SC: Me gustaba el silencio de la práctica de la atención plena, y las frases eran interrupciones. Ya era bastante difícil para mí estar completamente atenta a la respiración y al cuerpo. No tenía ganas de combinar metta y atención plena.
Al irse desarrollando mi práctica, fui valorando cada vez más las sutiles actitudes que aportamos a nuestra experiencia. ¿Cuándo es restrictiva nuestra perspectiva o actitud hacia algo? ¿Y cuándo es abierta? Empecé a entender metta y los brahmaviharas podían ser la base de una respuesta abierta y amable en la vida.
En aquella época, a mediados de los años 90, un amigo mío estaba realizando una práctica intensiva de metta y me gustó mucho lo que vi en él: ¡el cambio en su carácter era tan evidente y hermoso! Entonces pensé: «metta intensivo, éste es el camino».
Pocos años después, encontré una oportunidad de hacer un retiro personal de cuatro meses, sólo metta los primeros dos y, después, compasión, alegría compartida y ecuanimidad para el resto del retiro. Lo organicé de modo que asistí a un retiro de cinco días de metta con Sharon Salzberg y, a continuación, directa a mi retiro personal para profundizar la práctica.

IJ: Durante este retiro, ¿hubo momentos específicos en los que tu comprensión de metta realmente se abrió o cambió?
SC: Mi cena habitual durante este retiro era una torta de arroz con tahini, mermelada… Era finales de verano o principios de otoño. Normalmente me sentaba fuera para comer, pero había muchas moscas y con una mano aguantaba la torta de arroz y con la otra espantaba a las moscas.
Después de unos días de retiro, decidí ponerme un poco de mermelada en un dedo y tener el brazo estirado. Las moscas se comían la mermelada de ese dedo sin preocuparse de la torta de arroz.
A menudo, si tenemos un conflicto es porque no hemos visto una alternativa. No hemos ampliado nuestra perspectiva lo suficiente como para observar que un simple cambio podría evitar el conflicto. Pienso en la mermelada de mi dedo como recordatorio de que a veces la mente puede encerrarse en lo que quiere, lo que está haciendo, o cómo quiere que sean las cosas. Con un pequeño cambio de actitud, la mente puede encontrar una forma de tratar la situación que reconozca las necesidades de los demás seres: algo tan simple como ofrecer un poco de mermelada a unas moscas hambrientas.

IJ: ¿Hubo algún momento concreto en que estuviste completamente convencida del valor de metta o pasó gradualmente?
SC: Lo mejor de este largo retiro fue que no tenía ninguna prisa. Disponía de 4 meses y no tenía ningún otro propósito que cultivar la amabilidad. No tenía el objetivo de alcanzar el jhāna x, y o z [niveles de absorción meditativa]; de pasar por ciertos estadios de revelación: de obtener nada o de llegar a ninguna parte. Cuando estaba caminando, comiendo, sentada en el jardín, haciendo yoga, sentada a la entrada, cualquier percepción y experiencia era una oportunidad para interactuar con lo que estuviera sucediendo con una mente llena de metta.
Trabajé sistemáticamente con las instrucciones formales, usando las frases y categorías: el benefactor, amigos queridos, persona neutral, persona difícil y todos los seres en todas las direcciones. Poco a poco, las fronteras entre las categorías se disolvieron. A la larga, metta no disminuía cuando pensaba en alguien que me había herido, y continuaba aumentando al pensar en una persona difícil, un amigo querido o alguien que hubiera sido amable conmigo. Entonces fue cuando realmente gané confianza en metta como una fuerza saludable poderosa. Hasta ese momento, todo parecía un poco sentimental. Pero durante ese retiro vi que metta no tenía límites. La mente no se tambaleaba cuando la atención se movía de un tipo de persona a otro. Cuando la mente está completamente impregnada con metta, no crea sensación de división entre uno y los demás. Es una entrega de la mente inconmensurable.

IJ: Por tanto, fue sólo cuestión de alcanzar una masa crítica de práctica intensiva, para que metta pudiese ganar suficiente impulso para continuar por ella misma.
SC: Un retiro intensivo de metta no es necesario para todos. Algunas personas encuentran metta fácilmente disponible en la meditación y en sus vidas diarias. Pero durante mi retiro tuvo lugar un cambio y desde entonces no puedo verlo sólo como algo bonito y virtuoso que hacer.

IJ: Esto parece ser uno de las mayores malentendidos: a idea de que metta consiste en que te guste todo el mundo o estés feliz todo el tiempo. ¿Podrías hablar un poco sobre qué es y qué no es metta, realmente?
SC: Metta no es sentimentalismo. Y metta no es afecto. No consiste en convertir alguien que no nos gusta en alguien que nos gusta ni en pretender que nos guste todo el mundo. Metta es una actitud de benevolencia, de buenos deseos para todos los seres. Ahora bien, “buenos deseos para todos” me recuerda un poco a una postal de Navidad. Pero piensa en cómo sería permear verdaderamente el mundo con buenos deseos para todos: sin enemistad, hostilidad ni miedo. Es una cualidad extraordinaria que traer al mundo.

IJ: ¿Cómo es actualmente tu práctica diaria de metta? ¿Dedicas un tiempo sólo a metta o lo haces de una manera más libre?
SC: Actualmente mi práctica de metta es bastante libre, pero he pasado por varias fases. Cuando vivía en monasterios en Tailandia, algunas personas meditaban, otros cocinaban o estaban implicadas en otros servicios. Pero se pedía a todos practicar metta cada mañana antes de salir de nuestras redes antimosquitos. Era algo muy simple que todo el mundo podía hacer y yo he seguido este compromiso muchos años después de volver a casa.

IJ: Utilizas las palabras tradicionales en esta práctica matinal?
SC: «Que esté libre de peligros y de daños. Que sea feliz y esté libre de angustia. Que esté libre de enfermedades y dolores. Que pueda vivir en el mundo con seguridad y facilidad. Que tú puedas vivir… «

IJ: ¿Qué efectos tuvo esta práctica?
SC: Había notado que mis peores pensamientos del día -las habituales historias desagradables, inconsistentes, incontroladas- aparecían entre el momento de despertarme y de desayunar. La cualidad de mi mente durante la primera media hora del día era realmente espantosa: comentarios sarcásticos, preocupaciones sobre lo que haría durante el día o un persistente resentimiento por algo que alguien había hecho el día anterior.
Después de establecer esta práctica matinal de metta, estos pensamientos desagradables desaparecieron, realmente dejaron de aparecer. Es tanto más bonito empezar el día con una actitud de metta que con preocupación, impaciencia y agitación.

IJ: Hay otros momentos o lugares que van bien para metta?
SC: Yo viajo mucho y hago metta en el aeropuerto cuando todo el mundo está esperando. Es un bonito recordatorio de que todos estamos juntos en este barco.
Cuando hay metta, notamos las necesidades de la otra gente de manera natural. Cuando estamos ocupados es fácil olvidar que la mujer que está ante nosotros en la cola del supermercado o el hombre que nos sirve el café también tienen sus asuntos y sus conflictos. Hay maneras pequeñas o grandes de ser rudos o desconsiderados, pero cuando practicamos metta la humanidad de la otra gente se hace más visible de forma natural. Vemos a los demás, y este verlos a menudo incluye el deseo de que sean felices. Esto es más claro para todos aquellos con los que nos relacionamos como gente neutral: gente que podemos ver o con la que interactuamos todo el tiempo, pero a quienes no vemos de verdad.
Tengo una estudiante israelita en Jerusalén. No nieva mucho en Jerusalén, pero cuando lo hace todo se paraliza. Una mañana de nevada, esta estudiante no recibió su periçodico y quería saber cuándo llegaría así que llamó. La mujer que la atendió le dijo que era la primera persona con la que hablaba ese día que no estaba enfadada. Mi estudiante le respondió que se había comprometido a no añadir más odio en el mundo, puesto que ya había odio suficiente. Pienso que es una buena manera de actuar.

IJ: Fue difícil mantener esta práctica matinal de metta? Alguna vez sentiste algo como «No me preocupa que todos los seres sean felices, no quiero repetir todo este rollo»?
SC: Fue fácil porque me di la libertad de hacerlo en poco tiempo. Algunos días era solamente «Que todos los seres sean felices» y entonces salía corriendo al baño. Otros días continuaba las frases en la ducha y las terminaba durante el resto de la mañana. Y otros días estaba una hora tumbada en la cama contemplando metta. No ponía muchas restricciones en todo esto.

(…)

IJ: Los suttas no mencionan las frases, sino que hablan de irradiar los brahmaviharas en todas las direcciones.
SC: Para mí, metta siempre es relacional, es una actitud que está relacionada con los otros seres. Incluso cuando metta se ofrece simplemente y se irradia en todas direcciones, hay una sensación de los seres. Es como sentarse en un jardín exuberante o en un campo de césped con una sinfonía de diferentes insectos, pájaros y sonidos de animales. No hay que distinguir un insecto de otro, o un pájaro de otro, o un sonido de una animal de otro.
Ahora bien, todos estos sonidos son expresiones de vida de seres. Por lo tanto, para mí, el concepto de los seres es una parte integral de cómo entiendo la práctica de metta: es una actitud hacia todos los seres vivos, toda la vida.

(…)

Agradezco a mi amigo Frederic la traducción 🙂

Fuente original: https://www.bcbsdharma.org/article/metta-what-it-is-what-it-isnt/


Si te gustan los artículos de este blog, considera mostrar tu apoyo y generosidad haciéndote mecenas en Patreon o con un donativo puntual. Estarás ayudando a mantener esta web viva (¡y sin publicidad!) y me estarás ayudando a mí a seguir escribiendo. Lee más aquí.

Para estar al día de publicaciones, dale a Seguir en el menú de la derecha. ¡Muchas gracias! 🙂

10 comentarios en “Meditación metta: ¿qué es y qué no es?

  1. Muchas gracias (por este y por todos los demás artículos)!
    Una petición: ¿Podrías recomendar a un eterno principiante algún texto -en papel o electrónico- sobre las brahmavihāras?

  2. Igualmente, muchas gracias por todos los artículos. Esta, como otras entrevistas y/o relatos de las prácticas nos son bastante provechosos y orientadores. Vívida y bonita entrevista. Y su introdución, suscinta y clara, muy buena.

Deja un comentario