[3 páginas] En este artículo de la revista Tricycle, otro traductor del Dalai Lama nos expone la base sobre la que se fundamenta la compasión y nos inspira a cultivarla en un ejercicio de meditación aplicado al día a día. Gracias al amigo Stefan por la traducción al castellano.

Durante una conferencia del Dalai Lama, cuando era su intérprete, le oí decir, en lo que a mi me pareció un inglés defectuoso: “la bondad es la sociedad.” No fui lo suficientemente inteligente como para entender que realmente estaba diciendo que la bondad es la sociedad. Creí entender que lo que quería decir era que la bondad era importante para la sociedad, o que la bondad era crucial para la sociedad… pero de hecho lo que estaba diciendo era que la bondad es tan importante que no puede existir una sociedad sin ella. Que una sociedad sin bondad es imposible. Es decir: que la bondad ES la sociedad, que la sociedad ES la bondad. Que es imposible que exista una
sociedad si la gente no se preocupa por los demás.




En la China del siglo sexto, las escuelas budistas eran bastante escolásticas y estaban centradas en las escrituras. Para alejarse de este enfoque académico y acercarse a la enseñanza original del Buda de practicar meditación y alcanzar el despertar en esta vida, la escuela zen desarrolló su práctica del koan, en la cual historias de despertares de monjes se convirtieron en puntos de partida para la indagación meditativa. Al preguntar y centrarse en una sola pregunta como método de meditación, los practicantes zen aspiraban a desarrollar una rica sabiduría de la experiencia.